El jefe del Ejecutivo evitó el 'corrillo' afirmando que hoy es un día para celebrar, no para hacer política "del día a día"
MADRID, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, elogió hoy al presidente de la Cámara Baja, José Bono, afirmando que es un "gran presidente del Congreso" y que está muy contento con él, más que cuando le propuso para el cargo.
Zapatero se expresó así durante la celebración del 30 aniversario de la Constitución, pero dejó claro que esas serían sus únicas palabras para la prensa y que no tenía intención de formar uno de los 'corrillos' de conversaciones informales entre políticos y periodistas que son habituales en las celebraciones políticas.
El jefe del Ejecutivo esgrimió que hoy es un día de celebración y no de hacer política "del día a día" y, de hecho, felicitó también a los periodistas por el 30 aniversario de la Carta Magna. Además, les preguntó si habían echado en falta una referencia a la libertad de expresión, consagrada en la Constitución, en los discursos del Rey y el presidente del Congreso.
Fue en ese momento cuando se le preguntó sobre si había visto enfadado al presidente de la Cámara Baja por los tumultos que se habían formado por la mañana cuando los periodistas trataban de recoger las declaraciones de los políticos que iban llegando al Congreso de los Diputados.
Zapatero replicó que había visto a Bono "muy contento" y aprovechó para elogiar su labor como presidente del Congreso, después de unas semanas en las que el ex ministro de Defensa ha tenido que retirar varias de las propuestas que había llevado a la Mesa por falta de consenso con los grupos.
"CADA UNO ES COMO ES"
No obstante, el jefe del Ejecutivo insistió en que no habría más palabras para los periodistas y, cuando se le indicó que el presidente del PP, Mariano Rajoy, sí llevaba un rato rodeado de informadores apenas medio metro detrás de él, se limitó a responder que cada uno es como es y que la democracia y la Constitución permiten que cada uno actúe como considere.
El presidente del Gobierno estuvo acompañado en todo momento por su esposa, Sonsoles Espinosa, y dedicó los primeros minutos de la recepción a departir brevemente con el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara y con el catalán, José Montilla, que estaba acompañado del ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho.
Tras dejar claro a los periodistas que no habría 'corrillo', saludó además a buena parte de los invitados y, pocos minutos antes de que terminara la recepción, abandonó el salón acompañado por su esposa, los Reyes y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez.
TAMPOCO HABLÓ DE ANV
Zapatero también había evitado hablar de otros temas de actualidad a su llegada al Congreso de los Diputados. Aunque se detuvo para hacer una breve declaración sobre la vigencia de la Constitución y contestó a un par de preguntas para dejar claro que no es "imprescindible" su reforma, entró rápidamente en el Palacio cuando se le preguntó si consideraba prioritario echar a ANV de los ayuntamientos en los que gobierna. "De eso hablaremos en los próximos días", se limitó a decir.
El acto consistió en dos breves discursos del Rey y del presidente del Congreso tras los cuales se había previsto un cóctel que, finalmente, se suspendió en señal de duelo por el atentado de ETA que esta semana costó la vida al empresario vasco Ignacio Uría.
No obstante, eso no impidió que los Reyes y los Príncipes, junto a autoridades, parlamentarios y periodistas permanecieran más de una hora charlando en el Salón de los Pasos Perdidos.
