Zaplana se pregunta, tras las declaraciones de Bono y Erkoreka, si no eran los 'populares' "los de la tensión"

Actualizado: miércoles, 26 marzo 2008 13:00

MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

El portavoz parlamentario del Grupo Popular en funciones, Eduardo Zaplana, se preguntó hoy irónicamente si no eran los dirigentes 'populares' "los de la tensión", a raíz de las declaraciones que han realizado estos días tanto el socialista José Bono, como el portavoz parlamentario del PNV, Josu Erkoreka. "Yo nunca he llamado cabestro a nadie, ni he dicho que iba a golpear con nada, y menos con la guía de teléfonos", argumentó.

Así se expresó Zaplana en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, donde subrayó que, a "unas horas" de haberse celebrado las elecciones generales, las cosas "en teoría" deberían estar "más tranquilas" porque el Gobierno "no tiene muchos problemas" para conseguir la investidura, y sin embargo, añadió, unos y otros se están dispensando ese tipo de "descalificativos". "A lo mejor se exageró demasiado nuestra postura en la legislatura anterior", planteó.

En relación con la sesión de investidura de José Luis Rodríguez Zapatero, el diputado electo destacó la diferencia entre la actuación del Gobierno y de la oposición en la vida democrática. "El esfuerzo lo tiene que hacer" el Ejecutivo, sentenció, para explicar que corresponde al PSOE "ceder, conseguir acuerdos y buscar la mayor tranquilidad posible". Por el contrario, a su entender, su partido tendrá que "buscar todos los medios posibles para ejercer la labor de oposición lo mejor" que pueda.

De esta manera, subrayó que un Gobierno "no puede decir 'yo necesito tranquilidad parlamentaria y acuerdos, y cédeme usted los puestos y ayúdeme a esa labor'". Según dijo, la obligación del Ejecutivo es asumir la responsabilidad de Gobierno, y la de la oposición pasa por el control del mismo.

Zaplana también hizo alusión a los posibles pactos que afronte el Gobierno con las formaciones nacionalistas. A este respecto, mantuvo que "llegar a acuerdos e incluso gobernar" con los nacionalistas puede ser "deseable", pero afirmó que una cosa es eso, y otra, que toda la política, incluyendo los asuntos de Estado, estén respaldados por esas fuerzas, en lugar de con el principal partido de la oposición, como, a su juicio, ocurrió en la anterior legislatura.