Javier.- El cardenal Rouco destaca la necesidad de proyectar el mensaje del santo en la secularizada población española

Actualizado: viernes, 7 abril 2006 16:22

El obispo de Pamplona proclama que el santo misionero es el "modelo estimulante" de la nueva era evangelizadora del siglo XXI

JAVIER, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Legado Pontificio Antonio María Rouco Varela, cardenal y arzobispo de Madrid, designado por el Papa para representarle en el V Centenario del Nacimiento de San Francisco Javier, resaltó la necesidad de proyectar el mensaje del santo misionero navarro "en la sociedad española, tan secularizada".

Ante más de cuarenta obispos españoles, Sus Majestades los Reyes de España, embajadores de 11 países y 40 altos cargos eclesiales (cardenales, arzobispos y obispos), el cardenal destacó durante su homilía en la misa solemne celebrada en Javier que este jesuita "ha dejado una huella imborrable en la historia de la Iglesia y de la humanidad".

Tras recordar que llevó el nombre de Jesús y la señal de la Cruz a nuevos mundos y alumbró una "concepción teológica de la dignidad del hombre que ha marcado para siempre el recto camino de la configuración justa y solidaria del Estado y de la comunidad internacional", aseguró que Javier "encarnó con una inaudita radicalidad la obediencia al mandato del Señor" y no dudó "un instante cuando su padre, amigo y compañero, Ignacio de Loyola, le pidió que abriera los surcos de la Misión en las otras Indias, las de Oriente, las del inmenso y lejano Continente Asiático".

"No pasará un momento -afirmó- en que la entrega a su vocación, la de anunciar a Jesucristo Salvador del hombre, hubiese decaído lo más mínimo; antes al contrario, se sentía cada vez más confirmado en ella y en la necesidad de que la Iglesia en los países de la vieja cristiandad tomasen conciencia de su urgencia y apremio".

El cardenal Rouco Varela señaló que, en su época de estudiante en París, Javier "lo deja todo por Cristo y se deja conquistar por Ignacio para la empresa apostólica de la naciente 'Compañía de Jesús'", sobre todo "desde aquellos treinta días de Ejercicios Espirituales del mes de septiembre de 1534 en los que cuaja definitivamente su conversión, forjada en la larga y delicada amistad con Ignacio de Loyola".

RECUPERAR 'EL ALMA'.

Por otra parte, el arzobispo de Madrid insistió en su homilía en que "es muy importante y urgente recuperar el alma en la vida personal de cada cristiano a la luz de la Buena Noticia de Jesucristo". "Es muy urgente convencer a nuestros contemporáneos de que si se fracasa en los asuntos del alma", se frustra la vida: ya aquí", afirmó.

Asimismo, señaló que no es "menos urgente recordar a la nueva sociedad en España y en Europa que es muy difícil, por no decir imposible, abrir futuros compartidos de vida, de justicia, de solidaridad y de paz, si se olvida la propia alma, la que alienta en las mejores páginas de nuestra historia común".

Por último, el cardenal Rouco Varela recordó la insistencia de Juan Pablo II "en la recuperación de las raíces cristianas de Europa y de España" y "en la necesidad de proyectar el mensaje de Javier en el año del V centenario de su nacimiento hacia una acción misionera en el interior de nuestra sociedad, tan secularizada". En esta línea, destacó que son los jóvenes quienes necesitan recuperar esas raíces cristianas, por lo que "no hay que perder tiempo en su evangelización". Al término de la misa, Rouco impartió en nombre del Papa la bendición apostólica a los asistentes.

UN EJEMPLO

Antes del inicio de la celebración, el obispo de Pamplona y arzobispo de Tudela, Fernando Sebastián, proclamó que el santo misionero es el "modelo estimulante" de la nueva era evangelizadora del siglo XXI. Recordó su "entrega a la extensión de la fe cristiana, hasta el agotamiento", es una "verdadera escuela" para los cristianos de hoy.

Sebastián también agradeció la presencia de Rouco Varela. "Hace visible la presencia del Santo Padre", dijo. Se congratuló también de la asistencia de los obispos de España, los Reyes, autoridades de Navarra y de otras CCAA. Según dijo, este evento pone de manifiesto el carácter "eclesial y popular, local y católico" de esta celebración.

LA MISA

La eucaristía se celebró en la recientemente inaugurada Aula Francisco de Jasso, espacio con capacidad para 1.300 personas construido especialmente para esta conmemoración. Hubo lecturas y preces en euskera y la parte musical corrió a cargo del coro de monjes del Monasterio de Leyre y la Capilla de Música de la Catedral de Pamplona.

La eucaristía estuvo concelebrada por el arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, el Nuncio Apostólico en España, Manuel Monteiro de Castro, el director general de la Compañía de Jesús, padre Peter-Hans Kolvenbach, y los cardenales y obispos presentes. También estuvo presente el presidente de la Conferencia Espiscopal Española, monseñor Ricardo Blázquez, los presidentes de La Rioja y Cantabria.