Actualizado 03/06/2008 20:30

Crónica Alemania.- Tormenta política en Alemania por una figura de cera de Hitler en el mismísimo Berlín

- El museo que quiere inmortalizar al 'fuhrer' garantiza sensibilidad y respeto a la ley

BERLIN, 3 Jun. (OTR/PRESS) -

En un país traumatizado por su pasado cualquier hecho que reviva ese ayer que nadie quiere recordar puede causar un revuelo sin precedentes. Los planes del museo Madame Tussauds de Berlín, de instalar el mes que viene una figura de cera de Hitler han desatado una tormenta política en Alemania en contra de la exposición, que ha escapado del control de los responsables del centro. Incluso el alcalde de la capital, Klaus Wowereit, ha terciado en el revuelo pidiendo cautela al museo, que no se cansa de garantizar que la figura del hombre que ordenó el asesinato de millones de judíos será tratada con respeto a la ley y a la sensibilidad de sus víctimas.

No es la primera vez que Adolf Hitler pasa a ser una figura de cera. En el museo de cera de Londres, una réplica del dictador aparece junto a la del presidente de Estados Unidos, George W.Bush, o a la del antiguo dictador iraquí Saddam Hussein en la sección de 'Líderes mundiales'. Sin embargo, Londres no forma parte de un país que mira con vergüenza su historia reciente, que conmemora cada año el Holocausto como un trauma todavía no superado, o en el que su idioma -el alemán- es prácticamente un tabú en el Knesset, el Parlamento israelí.

Quizá por ello la idea del museo Madame Tussauds de Berlín de incluir a Hitler entre los alemanes famosos que quedarán inmortalizados como figuras de cera en su nuevo museo, que abrirá sus puertas al público el próximo 9 de julio. Curiosamente, el museo estará en el boulevard Unter den Linden, muy cerca de la Puerta de Brandenburgo y muy próximo a donde se hallaba el búnker en el que Hitler se refugió en los últimos días de la II Guerra Mundial en Europa antes de suicidarse el 30 de abril de 1945.

Los portavoces del museo aseguran que la figura de Hitler será tratada con el respeto requerido, tanto a la ley -pues en Alemania cualquier tipo de simbología nazi está prohibida y penada- como a las víctimas de sus crímenes. "Aparecerá como un hombre viejo y roto, como estaría en los días antes de cometer el suicidio", aseguró Katrin Srumsdorf, portavoz del Madame Tussauds, que añade que la réplica de cera del dictador se situará en una réplica de una de las salas del búnker en los que el fuhrer pasó sus últimos días, mientras el Ejército de la Unión Soviética entraba en Berlín.

Otra portavoz de la exposición, Natalie Ruoss, asegura que las encuestas realizadas por el museo "muestran que la gente quiere verle (a Hitler) porque pertenece al pasado de Alemania", al tiempo que señala que si el centro trata de "retratar la historia" del país "difícilmente podemos dejarle fuera... queremos mostrar la realidad". Los responsables del museo tomarán todo tipo de medidas para evitar cualquier incidente desagradable u ofensivo: la réplica de Hitler estará detrás de un cristal, para evitar que nadie se fotografíe con ella, y estará vigilada por videocámaras durante todo el día.

UN DISNEYLAND NAZI

Aunque Hitler aparezca al lado de otras figuras históricas, como Winston Churchill, primer ministro británico durante la II Guerra Mundial, el ex canciller Helmut Kohl, el científico Albert Einstein o la actual canciller Angela Merkel, la idea no ha gustado nada a los colectivos alemanes encargados de preservar la memoria del Holocausto. Tanto es así, que el propio alcalde de Berlín ha remitido una carta a los responsables del museo pidiéndoles que consideren con calma la idea y que, sin finalmente la llevan a cabo, tengan cuidado a la hora de representar al dictador.

"Desde el punto de vista del alcalde, no debería ser representado como una figura de culto", aseguró Guenter Kolodziej, portavoz del alcalde de Berlín. Otros no han reaccionado con tanta mesura. Uwe Neumärker, director ejecutivo de la Asociación para la Memoria del Holocausto, situada a pocos metros del museo, consideró la exposición "como un Disneyland nazi". "No están pensando en la historia, sólo quieren un señuelo para los turistas", remachó. Del mismo modo Johanes Tuchel, de una asociación para la memoria de los opositores del régimen nazi consideró "de mal gusto" la réplica de Hitler.

Incluso los partidos políticos alemanes, tanto del conservador CDU de Merkel como los progresistas del SPD y Los Verdes, han expresado su rechazo a la intención del museo. Sin embargo, Stephen Kramer, secretario general del Consejo Central de los Judíos en Alemania, señala que, aunque algunas víctimas del Holocausto lo encuentren ofensivo, él no se opone mientras se haga con respeto: "Si esta exposición ayuda de alguna forma a desmifiticar a Hitler intentémoslo. Borrarle de la historia no traerá a los muertos de vuelta, no arreglará el daño que hizo, los crímenes que cometió. Eso sería incluso contraproducente".

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