Actualizado 07/03/2008 20:26

Crónica M. Ambiente.- El oso pardo, en las afueras de Oviedo

- Se acercan a los núcleos urbanos a finales del invierno, en busca de restos de animales domésticos con los que alimentarse

OVIEDO, 7 Mar. (OTR/PRESS) -

Los osos pardos de Asturias están en peligro de extinción, pero menos que hace un año. Según datos del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), el número de ejemplares de la zona central del Principado se ha duplicado, pasando de tan sólo ocho identificados en 2006 a los 16 existentes en la actualidad y que se van acercando a las montañosas afueras del sur de Oviedo. La razón de este acercamiento de los osos a los núcleos urbanos, parece ser un cambio de hábitos de estos animales que cada vez se alejan más de la alta montaña y se desplazan a las zonas más bajas de los valles en busca de refugios y de restos de animales domésticos con los que alimentarse.

Una información publicada hoy en el diario asturiano 'La Nueva España', y recogida por Otr/press, asegura que los Valles del Trubia del centro de la comunidad constituyen ya la "tercera colonia" de toda la población de osos pardos cantábricos de la península, después de que se duplicara el número de ejemplares en pocos meses. Según la FAPA, en efecto, las crías sobreviven ahora más que hace un año y así lo demuestra el control fotográfico desarrollado por la asociación, método que emplean para la identificación de cada uno de los osos.

El presidente de FAPAS, Roberto Hartsánchez, asegura que las cámaras confirmaron "la tendencia que están teniendo algunos osos a ocupar las zonas más bajas de los valles, condicionados por la existencia de territorios que les ofrecen un refugio asegurado y a la vez una mayor disponibilidad de recursos alimenticios". Y es que los expertos creen que éstos se acercan al núcleo urbano de la capital asturiana en busca de carroñas de animales domésticos.

UNOS 130 EN TODA LA CORDILLERA CANTÁBRICA

Hasta ahora se pensaba que los hábitats más idóneos para los osos eran las montañas de la cordillera cantábrica, aunque el seguimiento de la FAPA ha podido demostrar que "la presencia del oso ha sido mucho más abundante en las partes inferiores de los valles, mucho más humanizados, que en los territorios altos, con grandes coberturas forestales pero con una menor biodiversidad y, por tanto, menos oportunidades para la subsistencia de un animal como es el oso, que está demostrando ser un gran oportunista a la hora de buscar alimento".

A lo largo y ancho de la cordillera Cantábrica conviven unos 130 ejemplares que se dividen entre la población occidental, que incluye los mencionados Valles del Trubia, y la oriental, y ambas no han llegado a juntarse. En el centro de Asturias existen al menos tres hembras que, al parecer, son fértiles y ayudan a remediar la alarmante situación por la que pasaba la especie hace tan sólo unos meses.

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