Actualizado 27/03/2008 18:57

Crónica China.- Pekín reconoce que las revueltas de Tibet han sido aleccionadoras

- Monjes tibetanos aprovechan la vuelta de periodistas extranjeros para manifestarse

PEKÍN/LONDRES, 27 Mar. (OTR/PRESS) -

Las revueltas de Tíbet podrían servir a Pekín para mejorar. Al menos así lo señaló el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Qin Gang, aunque en el sentido de que se puede "aprender" para no repetir los "malos ejemplos" de los medios occidentales en la información de las protestas. Y es que el Gobierno chino mantiene sus críticas al papel jugado por los corresponsales extranjeros y su supuesta parcialidad, aunque haya permitido el regreso de una delegación de periodistas, ante los cuales los monjes repitieron las protestas para recordar al mundo que el problema, al contrario de lo defendido por Pekín, no se ha evaporado.

Qin dio una rueda de prensa y respondió ante los periodistas extranjeros de la acción de falsa propaganda difundida desde los despachos. ¿"Es realmente necesario para el Ejecutivo chino incitar esto?", señaló, en referencia a un sitio web crítico con los medios occidentales y, según el propio portavoz ministerial, con sus "informaciones falsas". En su opinión, la prensa extranjera sólo ha dado "malos ejemplos" en cuanto a objetividad y la justicia, por lo que "podría ser una buena cosa si se puede aprender de ello". En este sentido, Qin instó a los corresponsales a variar el acceso a las fuentes, ya que se limitarían a consultar a la "camarilla" del Dalai Lama y sólo preguntarían a Pekín "algunas veces".

Precisamente aprovechando el retorno de la prensa extranjera, un grupo de monjes tibetanos recordaron con sus protestas que el conflicto no ha concluido, pese a que la oficialidad habla de normalidad definitiva en Lhasa y otros lugares clave. Los religiosos irrumpieron en la rueda de prensa en el templo de Johkang con gritos de "no les crean, os están engañando", declaró un trabajador del 'USA Today'. Por su parte, un cámara de la televisión taiwanesa afirmó que el incidente tan sólo duro 15 minutos, el tiempo que los policías tardaron en alejar a los monjes de la prensa e interrumpir la comparecencia. En este sentido, la agencia de noticias 'Xinhua' se apresuró a puntualizar que apenas concluyó el sabotaje la situación volvió a la normalidad.

CONTRA LA VIOLENCIA

Para el secretario del Dalai Lama, Chhime Chhoekyapa, el incidente vuelve a poner de manifiesto que "la fuerza bruta por sí sola no puede suprimir el resentimiento subyacente que existe en Tibet". "Estamos profundamente preocupados por la seguridad y bienestar de las monjes y apelamos a la comunidad internacional a asegurar su protección", añadió, con la consternación de que por el momento algunos monasterios siguen bloqueados.

También se dirigió a los actores internacionales la organización 'Human Rights Watch', que pidió al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas que afronte la actual crisis, algo a lo que de momento Pekín no cede. A falta de un análisis internacional ajeno, o una reunión entre las autoridades chinas y el Dalai Lama, de momento sólo hipótesis, las cifras siguen siendo las mismas e igual de dispares. De esta forma, mientras Pekín sólo reconoce 19 fallecimientos, el Gobierno tibetano en el exilio lamenta ya 140 muertes e incluso anticipa un aumento de la ya de por sí dramática cifra.

Respecto a un posible boicot a los Juegos Olímpicos, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, volvió hoy a dejar la puerta abierta a esta insólita medida, aunque aseguró desde Londres que consultaría a la UE, de la que casualmente será líder de turno en el momento de la cita deportiva. En cambio, su homólogo británico, Gordon Brown, negó el sabotaje de las Olimpiadas, predecesoras de las de 2012 en Londres.

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