Actualizado 14/11/2008 20:45

Crónica Cumbre.- Zapatero a Sarkozy, tras conocer que España estaría en Washington: "Te daré todo lo que me pidas"

- De la Vega dice que España sale del "rincón de la historia" para "hablar con voz clara, fuerte y propia en el escenario internacional"

- El PP critica que el presidente acuda a la cumbre con "un panfleto" y le advierte que no debe plantear "un debate ideológico"

MADRID/PARÍS, 14 Nov. (OTR/PRESS) -

El Gobierno saca pecho con la presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la cumbre del G-20 en Washington. La vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, llegó a utilizar una frase del ex presidente José María Aznar al asegurar que España sale "del rincón de la historia" para "hablar con voz clara, fuerte y propia en el escenario internacional". La proclama llega el mismo día que el diario francés 'Le Figaro' publica la frase de Zapatero a Sarkozy cuando supo que tendría una silla en Washington: "Te daré todo lo que me pidas". Mientras, el PP criticó que el presidente acuda a la cumbre con "un panfleto" y le advirtió que no debe plantear "un debate ideológico".

Según relata el rotativo galo, Jean-David Levitte, consejero diplomático del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, fue el encargado de garantizar la asistencia de España y los Países Bajos a la cita de Washington, algo que no querían los estadounidenses. Una vez conseguido, Sarkozy le hizo saber a todos sus interlocutores: "He logrado que entren en el G-20 la octava y la decimoquinta economía del mundo ¡Ahí es nada!. "Zapatero está encantado. Le ha dicho: Te daré todo lo que me pidas", narra el diario 'Le Figaro' según informaciones recogidas por otr/press.

El presidente español, por su parte, durante una entrevista en la Cadena SER en la noche de hoy, anunció su intención de comparecer en el Parlamento el próximo día 27 de noviembre para informar de los resultados de la cumbre. Allí expondrá "el conjunto de todas las medidas y el sentido de las mismas que, en una especie de agenda permanente, el Gobierno de España está adoptando". Una comparecencia "amplia" y "densa" porque abordará la "situación del sistema financiero internacional, la reacción que ha supuesto la cumbre de Washington, sus conclusiones y toda la agenda de medidas económicas que el Gobierno está poniendo en marcha en España".

Zapatero dijo además que no está nervioso por su encuentro con Bush, en la que será la primera vez que pise la Casa Blanca. "A estas alturas de la responsabilidad de dirigir el Gobierno lo que se me exige es dirigir bien la tarea", afirmó. Horas antes, la vicepresidenta del Ejecutivo sacaba pecho en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. "Ahora sí, ha llegado la hora de España para hablar con voz clara, fuerte y propia en el nuevo escenario internacional", proclamó De la Vega, que parafraseó a Aznar asegurando que "España ha salido del rincón de la historia", pero "desde la legalidad y con la legitimidad internacional".

UN MOMENTO DEFINITORIO PARA EL MUNDO

A juicio de la vicepresidenta, el actual momento es "una gran ocasión para apostar por un mundo mucho más responsable, mucho más solidario y mucho más justo". En esta línea, recordó que España no participó en la gestación de las grandes organizaciones que fijaron las grandes líneas del siglo XX después de la II Guerra Mundial, porque "fuimos relegados por la historia". "Hoy, afortunadamente, ese tiempo quedó atrás", afirmó De la Vega, que subrayó que la presencia de España en Washington "sólo debe interpretarse en clave de éxito colectivo de toda la sociedad española" que ha logrado "que España sea el gran país que es hoy".

"Hay momentos que son definitorios para el mundo y para un país y sin duda vivimos uno de esos momentos", aseveró la vicepresidenta, que recordó que "somos la octava economía del mundo, España está entre las 10 economías más fuertes de los cinco continentes y por eso mañana estaremos en Washington con perfil propio, con voz y voto". De la Vega evitó avanzar el contenido de la intervención del jefe del Ejecutivo en esa cita, aunque recordó que España aboga por un modelo de mercado "transparente, con unas reglas muy claras sobre lo que se puede y lo que bajo ningún concepto se debe hacer" y un modelo social que "garantice la seguridad de empresarios y trabajadores".

En definitiva, un modelo que "ponga de una vez por todas las bases para acabar con las insoportables desigualdades de desarrollo que existen a nivel mundial", que sea "sostenible y respetuoso con el medio ambiente" y que apueste por la paz, "porque las guerras y las aventuras al margen de la legalidad internacional también afectan a la estabilidad económica mundial". No obstante, aclaró que ésta es sólo "la filosofía" y no precisó hasta qué punto Zapatero utilizará su intervención en Washington para defender las tesis de la socialdemocracia frente al neoliberalismo.

UN PANFLETO DEL PRESIDENTE

En este sentido, el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, se refirió al "antológico" documento elaborado por el equipo de expertos coordinados por el secretario de Ideas y Programas del PSOE, Jesús Caldera, para fijar las líneas de la intervención de Zapatero y que, a su juicio, no responde a las propuestas que le presentó esta semana el PP. Mariano Rajoy reclamó a Zapatero que defendiera la economía de mercado, políticas de austeridad para los países con déficit exterior como España y la presencia permanente de nuestro país en foros internacionales, algo que choca "frontalmente" con lo planteado en el documento del PSOE.

"No quiero anticipar nada antes de conocer la intervención del presidente", matizó posteriormente Montoro, si bien recordó que la intención de este encuentro es encontrar una solución a los problemas derivados de la falta de financiación de la economía y el "enorme" incremento del paro que provoca en España, y no abrir "otras discusiones". Así, Montoro advirtió a Zapatero de que no debe aprovechar su presencia en Washington para plantear "un debate ideológico" con el "panfleto socialista" que se lleva a la cumbre y que, según Montoro, culpa de la situación al neoliberalismo y busca "antecedentes en Ronald Reagan, Margaret Thatcher y hasta en los fenicios".

Contenido patrocinado