- Rechaza por completo hablar de una hipotética mayoría absoluta y subraya que Mariano Rajoy "es un rival difícil"
MADRID, 5 Mar. (OTR/PRESS) -
A pesar de las encuestas, las elecciones no están ganadas. Éste fue hoy el principal mensaje que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quiso lanzar a los supuestamente movilizados votantes socialistas durante un encuentro con los periodistas que cubren su campaña electoral. Cuando se le preguntó si se plantea la posibilidad de una mayoría absoluta, el candidato del PSOE fue tajante en su respuesta: "No, las encuestas dan una ligera ventaja al PSOE y cualquier hipótesis de que esto está hecho sería falso, esto está por ganar". Además, Zapatero no dudó en reconocer que el líder del PP, Mariano Rajoy, "es un rival difícil".
A sólo cuatro días de las elecciones generales del 9 de marzo, Zapatero aseguró que va a seguir trabajando "por una mayoría menos ajustada", para que la próxima legislatura sea "un tiempo político distinto, donde la crispación sea un mal recuerdo y la descalificación una excepción". En este sentido, se mostró convencido de que la gran mayoría de los ciudadanos quiere también una próxima legislatura con mayor diálogo entre las dos grandes fuerzas políticas y dará su voto pensando en eso.
"No se trata de dar una lección al PP", afirmó Zapatero, que no quiso especular sobre qué pasará en la Dirección de los populares si pierde las elecciones y negó tajantemente la hipótesis de una mayoría absoluta. "Las encuestas dan una ligera ventaja al PSOE y cualquier hipótesis de que esto está hecho sería falsa, esto está por ganar", aseguró el jefe del Ejecutivo, que aunque señaló "no se puede decir" que la responsabilidad de la crispación de estos cuatro años "sea al cien por cien de un actor", sí que consideró que ha sido culpa "fundamentalmente del PP", sobre todo, por su "mala digestión" de su derrota de las elecciones del 14 de marzo de 2004.
Además, Zapatero, que subrayó que las encuestas hay que mirarlas con cautela, no quiso hacer un pronóstico sobre las elecciones del 9-M, pero sí se mostró convencido de que será clave la participación. En este sentido, dijo que quiere "una amplia mayoría", pero rechazó usar la expresión "gobernar sin hipotecas" cuando se le preguntó si su objetivo es gobernar con mayoría autonomía, y se mostró agradecido con todos los grupos parlamentarios que han dado apoyo al Gobierno. También consideró que, para movilizar, el PP está pecando de "ansiedad táctica" con algunas propuestas y declaraciones que sólo miran al corto plazo, como su iniciativa de inmnigración.
UN RIVAL DIFÍCIL
El candidato socialista destacó que, a pesar de lo que digan las encuestas, Mariano Rajoy es "un rival difícil", pero añadió que como ha basado toda su estrategia de oposición en la "crispación" ha llegado a las elecciones sin propuestas. "Uno no gana las elecciones sin proyecto", afirmó, señalando que lo que más le sorprendió de Rajoy en los debates televisados es que no reconoció absolutamente nada positivo de la acción del Gobierno y, a su juicio, "eso le quita muchísima credibilidad". Así, destacó que él presentó gran cantidad de propuestas pero Rajoy ni siquiera defendió las suyas. Además, calificó de "exagerado" el discurso de Rajoy sobre el catalán.
Zapatero cree que los dos debates televisados han sido lo más relevante para los ciudadanos en esta campaña --y que la inmensa audiencia demostró que hay interés ciudadano--, aunque sea imposible cuantificar en qué medida generarán movilización o intención de voto y que ha sido "una magnífica noticia" que haya habido debates. Así, confió en que en los próximos cuatro años se alcance un acuerdo general para la celebración de debates electorales, pero no cree que deba pasarse a un nuevo modelo en el que también participen periodistas.
Para la próxima legislatura, Zapatero insistió en que de momento sólo piensa en estos cuatro años y no aclaró si su intención sería presentarse a una tercera elección. También dijo que está preparado para no ganar. "Eso es la democracia, eso te hace mejor demócrata". Por último, dijo que finalmente no irá a Barcelona en el AVE por un problema de tiempo -tiene que grabar una entrevista con TVE- y aseguró que se siente bien tratado por Cataluña y se mostró convencido de que en el plazo de un año, gracias a las obras de infraestructuras y al desarrollo del Estatut se habrán producido cambios muy positivos en esta comunidad.