Actualizado 16/05/2008 20:11

Crónica ETA.- Agirre asegura que "jamás" medió entre ETA y empresarios para recaudar el impuesto revolucionario

- El ex dirigente del PNV niega ante Garzón todas las acusaciones y dice que siempre recomendó a los extorsionados que no pagasen

MADRID, 16 May. (OTR/PRESS) -

El ex responsable de Relaciones Internacionales del PNV Gorka Agirre compareció hoy ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón para negar cualquier tipo de relación con la banda terrorista ETA. Agirre, en libertad bajo fianza e imputado por un presunto delito de colaboración con ETA en la causa en la que se investiga el aparato de extorsión de la banda, afirmó ante Garzón que "jamás" realizó labores de mediación entre ETA y los empresarios chantajeados para el pago del 'impuesto revolucionario'. El ex dirigente nacionalista señaló que si bien es cierto que algunos empresarios extorsionados se dirigieron hacia él para pedirle consejo, siempre les recomendó que no cedieran al chantaje y no pagaran a ETA.

Según confirmó su abogada, en su declaración ante Garzón Agirre reconoció haber atendido a los industriales amenazados por ETA pero únicamente porque, debido a los años que había vivido en el exilio en la región francesa de Iparralde --al ser sobrino del lehendakari en el exilio José Antonio Agirre-- "conocía a mucha gente" y tenía numerosos contactos con ex militantes de la organización terrorista.

En todo caso, el ex dirigente del PNV negó los cargos que se le imputan y aseguró que "jamás" medió entre ETA y los extorsionados y que nunca tuvo ningún tipo de responsabilidad en el cobro del 'impuesto revolucionario' que la banda terrorista exige a los empresarios. Al contrario, Agirre aseguro que a todos los empresarios que hablaron con él les aconsejó que no cediesen al chantaje y que ni siquiera acudiesen a las citas con ETA. E incluso a los que eran afiliados al PNV les recordaba que el pago a ETA era motivo de expulsión.

Por eso pidió a Garzón que revoque su imputación por un presunto delito de colaboración con organización terrorista en la causa que investiga el aparato de extorsión de la banda. En el sumario de este proceso existen varios pruebas que inculpan a Agirre. Entre ellas las grabaciones en las que aparece saliendo del bar 'Faisán' de Irún, en el que presuntamente se realizaban las entregas a ETA, ocultando unos bultos bajo su ropa.

La Policía también cuenta con conversaciones telefónicas en las que supuestamente hablaba de la entrega de una serie de botellas de vino, lo que, según los expertos en la lucha antiterrorista, podría ser una comunicación en clave sobre un pago de 54.000 euros. El imputado negó haber protagonizado estas conversaciones e incluso se mostró dispuesto a realizar una prueba de voz para demostrarlo. "Gorka no tenía nada que ver con ese dinero, nunca ha aconsejado a ningún empresario de Euskadi ni de ningún otro sitio que pagara", insistió su abogada.

Hoy también compareció ante Garzón como testigo el empresario José Ramón Araolaza, que aseguró haber acudido a Agirre por el apoyo que le prestó cuando ETA mató a su cuñado por no ceder a su chantaje terrorista. El empresario confirmó la versión de Agirre y señaló que el ex dirigente del PNV se limitó a confirmarle la autoría de la carta por parte de la organización terrorista y le recomendó que se pusiera en contacto con la Ertzaintza.

ARZALLUZ, CONTENTO CON GARZÓN

Como testigos de la defensa para lograr revocar su imputación demostrando cuales eran sus funciones dentro del PNV en relación con ETA, también están citados ex presidente del PNV Xabier Arzalluz; el actual presidente de esta formación, Iñigo Urkullu; y el responsable de este partido en Guipúzcoa, Joseba Egibar; que comparecerán en descargo de su compañero de partido el próximo lunes.

Uno de estos testigos, Xavier Arzalluz mostró su satisfacción porque la causa en la que está imputado Agirre la lleve Garzón en lugar de Fernando Grande-Marlaska, que "ha hecho cosas perversas e increíbles" en el sumario. El ex presidente del PNV fue Grande-Marlaska el que "acusó a Gorka Agirre" cuando "ocupó el lugar de Garzón cuando estuvo fuera de año sabático".

Arzalluz recordó Agirre "tuvo la función en el partido de saber qué estaba pasando en ETA y, cuando venían remesas de cartas, ver si la carta que venía era auténtica o no" porque "hubo veces en las que otros, la Policía, lanzó cartas falsas para confundir". "Conocía a todos los de ETA, la relación a través de él era fácil", afirmó.

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