- La bomba estaba dividida en dos mochilas cargadas con 15 kilos de una sustancia explosiva aún por determinar
MADRID, 8 Feb. (OTR/PRESS) -
ETA logró la pasada noche en Bergara (Guipúzcoa) lo que llevaba buscando desde hace ya unas semanas: hacerse notar en la precampaña electoral. La macabra tarjeta de presentación en campaña de los terroristas fue una bomba de más de 15 kilos de explosivo, todavía por determinar, repartidos en dos mochilas colocadas a las puertas de los juzgados de la localidad que causó numerosos daños materiales aunque, afortunadamente no hubo daños personales.
ETA comete en Bergara, curiosamente un municipio gobernado por Acción Nacionalista Vasca (ANV) y donde ETA ya ha actuado en otras cinco ocasiones, el primer atentado del año y se deja notar en plena precampaña. Según constataron las grabaciones de las cámaras de seguridad del juzgado, fue hacia las doce menos veinte de la medianoche cuando un individuo joven, que cubría su rostro con una capucha, depositó dos mochilas junto a la puerta del edificio y abandonó el lugar rápidamente.
Ocho minutos más tarde, a las 23,48 horas, una patrulla de seguridad ciudadana de la Policía vasca que realizaba la ronda por la zona, detectó la presencia de los dos bultos sospechosos y dio la voz de alarma. De inmediato estableció un cordón de seguridad, al que poco después se sumaron otras patrullas de la Ertzaintza, para impedir que ninguna persona se aproximara al edificio ya totalmente desalojado.
Cuando pasaban dos minutos de la medianoche se recibió una llamada telefónica en las dependencias del parque de bomberos de Oñate en la que una voz grabada informaba de la próxima explosión del artefacto. Los bomberos dedujeron, pese a la baja calidad de la grabación, que la explosión se produciría a las doce y media de la noche.
Fue diez minutos antes, a las doce y veinte cuando las dos mochilas cargadas con 15 kilos de explosivos estallaron causando importantes desperfectos en la sede del juzgado, especialmente en la fachada, en comercios y coches cercanos, pero, afortunadamente, ningún daño personal. A pesar de estos daños materiales, la explosión no afectó al sistema informático por lo que los juzgados de Bergara abrirán mañana sus puertas al público, aunque la totalidad actividad de los juzgados no se recuperará hasta el lunes, mañana se atenderá al público en el de Guardia.
ESTABAN BUSCÁNDOLO
El de la pasada madrugada en Bergara es el primer atentado del año y llega, no solo en plena precampaña electoral, sino después de que ayer fueran enviados a prisión los dirigentes de Batasuna Pernando Barrena y Patxi Urritia y en pleno proceso de ilegalización contra ANV y el PCTV, suspendidas ya por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. ETA venía buscando hace semanas un atentado, prueba de ello fue el barril-bomba listo para ser utilizado hallado el pasado 31 de enero por la Ertzaintza en un camino vecinal de Getxo (Vizcaya) estaba cargado con 35 kilos de amonitol, una potente sustancia explosiva que nunca antes había utilizado la banda terrorista.
La anterior acción de la banda terrorista ETA tuvo lugar el 24 de diciembre en una de las dos sedes del PSE-EE de la localidad vizcaína de Balmaseda, a unos 30 kilómetros de Bilbao. La explosión, que se producía mientras el Rey emitía su tradicional discurso de Navidad, no causó heridos, pero sí cuantiosos daños materiales en las viviendas colindantes. Una de las últimas acciones de la banda terrorista ETA tuvo también como objetivo unos juzgados. Así, el 16 de este mismo mes, ETA hizo explotar un artefacto de parecidas características contra el Juzgado de Paz de Sestao (Vizcaya), ocasionando cuantiosos daños materiales en las viviendas adyacentes de 31 familias de dicho municipio.
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