- Exteriores condena los ataques de "extremistas" contra embajadas extranjeras en Belgrado
MADRID, 22 Feb. (OTR/PRESS) -
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró hoy que la postura del Ejecutivo del PSOE en torno a Kosovo es "coherente", pese a que el PP cree que si se está en contra de la declaración unilateral de independencia no se pueden mantener las tropas "en una misión humanitaria", según la definió De la Vega, como la Fuerza de estabilización de la OTAN (KFOR). En todo caso, el Gobierno condena sin paliativos los ataques que "extremistas" llevaron a cabo ayer en Belgrado contra las embajadas de los países que reconocieron el estatus de Kosovo.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera fue preguntada por el futuro del contingente militar español dentro de la KFOR y por el nivel de preocupación que despiertan en el Gobierno del PSOE los últimos incidentes registrados en Serbia, donde ayer cientos de miles de manifestantes pegaron fuego a la embajada estadounidense en Belgrado, donde posteriormente se halló un cadáver carbonizado, presumiblemente el de un manifestante.
De la Vega aseguró que el Ejecutivo ha estado trabajando "desde el principio" para "conseguir una unidad de criterio" en la Unión Europea "frente a la declaración unilateral que se ha producido y que España no reconoce". "Nosotros hemos estado trabajando desde el primer día y vamos a seguir trabajando hasta el final por contribuir a la estabilidad de la zona", sentenció la vicepresidenta, que garantizó que el Gobierno continuará trabajando por la estabilización y la seguridad en la región balcánica "en todas las instancias y en todos los ámbitos".
"Hoy nuestros soldados están allí en una misión humanitaria, auspiciada por Naciones Unidas y por la OTAN. Desde esa perspectiva, nuestro compromiso por contribuir a garantizar esa situación de seguridad y de estabilidad es un compromiso firme", incidió De la Vega, antes de recalcar que que dicho compromiso con la ONU "es coherente con la actuación y con la actitud que hemos venido manteniendo". Según fuentes gubernamentales, España actuará "con la mayor sensatez" de aquí en adelante, hablando con todas las partes para evitar la desestabilización de esa zona.
CONDENA A LOS RADICALES
Las mismas fuentes indicaron que el Gobierno es consciente de que su postura contraria a la independencia de Kosovo es minoritaria en el seno de la UE, pero no aún en el conjunto de la comunidad internacional dado que de momento los países en principio dispuestos a reconocer la independencia de Kosovo son "entre 50 y 80", es decir, no alcanzan una mayoría necesaria entre los 190 miembros que componen la ONU. La semana pasada, fuentes diplomáticas indicaron que España sólo iniciará relaciones con la ex provincia serbia si en unos meses una amplia mayoría dentro de la comunidad internacional hubiera reconocido a Kosovo.
En todo caso, en un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Gobierno calificó de "extremistas que en una Serbia moderna no deben tener cabida" a los autores de los ataques de Belgrado. En la misma línea, el Gobierno expresó "su apoyo al Gobierno serbio y a su presidente, que han reaccionado rechazando los actos violentos" e hizo "un llamamiento para que los países de la Unión Europea, desde sus respectivas posiciones, aúnen los esfuerzos y hagan todo lo necesario" para cumplir con el compromiso alcanzado por los Veintisiete "con la estabilidad en la región de los Balcanes Occidentales y su disponibilidad a jugar un papel de liderazgo en el fortalecimiento de la mencionada estabilidad".