- El Consejo Político Federal, en la que el PCE mantiene su mayoría, no elegirá al nuevo líder de la coalición hasta dentro de un mes
MADRID, 16 Nov. (OTR/PRESS) -
Gaspar Llamazares todavía no tiene sucesor e IU seguirá descabezada, al menos durante un mes más. Finalmente el consenso entre el PCE, el sector llamazarista y la denominada tercera vía no fue posible y la coalición cerró su IX Asamblea Federal, el denominado cónclave de su refundación tras el estrepitoso fracaso electoral, sin elegir nuevo coordinador general y con una nueva dirección política, en la que el PCE mantiene su mayoría con 39 miembros y que sigue siendo un fiel reflejo de las disidencias internas. Discrepancias que los tres sectores mayoritarios no fueron capaces de limar para elegir un candidato de consenso. Una elección tendrá que esperar hasta el primer Consejo Político Federal posterior a esta Asamblea, que tendrá lugar aproximadamente en el plazo de un mes.
Que IU saliera de su IX Asamblea Federal sin nuevo líder, era una posibilidad que, tras un fin de semana cargado de rumores y negociaciones contrarreloj, finalmente se hizo realidad. Que el cónclave se iba a convertir en un nuevo camino hacia la búsqueda de otro consenso imposible comenzó a clarificarse a media tarde, cuando el presidente de la Mesa y alcalde de Rivas, José Masa, leyó los resultados de las votaciones al Consejo Político, del que hoy se eligieron la mitad de sus 180 miembros, ya que dentro de un mes las federaciones designarán los otros 90.
El PCE logró 329 votos y 39 miembros en el Consejo (43,3 por ciento); los llamazaristas 207 votos y 25 miembros (27,7 por ciento); la tercera vía 147 votos y 17 miembros (18,8 por ciento); la candidatura de Sánchez Gordillo logró 36 votos y cuatro miembros (4,4 por ciento); y la de críticos con el PCE obtuvo 45 votos y 5 miembros en el Consejo (5,5 por ciento). Una vez constituido el Consejo, se retiró a deliberar sobre el posible líder de la coalición.
A primera hora del domingo se daba por seguro que sería el balear Eberhard Grosske el que, gracias a un acuerdo alcanzado en la noche del sábado entre llamazaristas y la tercera vía, sería elegido nuevo coordinador, a pesar de las reticencias del PCE. Pero tras conseguir revalidar su mayoría en el Consejo Político, y ante lo endeble del acuerdo pro-Grosske y todas las dudas que suscitaba entre los miembros del Consejo, los comunistas intentaron imponer a su candidato, Cayo Lara.
"NI VENCEDORES NI VENCIDOS"
Tras unas dos horas de reunión el nuevo Consejo Político comprobó que el acuerdo era imposible y decidió dar más tiempo al consenso. Así decidió que el candidato del PCE, Cayo Lara, será el coordinador de una comisión provisional, con funciones ejecutivas hasta que haya nuevo líder y en la que habrá voto ponderado según equilibrios de fuerza (con 5 miembros del PCE, 4 de llamazaristas, 3 de tercera vía y uno de cada lista minoritaria). Lara aseguró que esta decisión impide que esta sea la asamblea de "la división", aseguró que él nunca va a "estafar" a la organización y recalcó que hoy "no hay vencedores ni vencidos", porque "nunca más IU tendrá una dirección de parte, sino que será de todos y todas los delegados y delegadas".
El líder de la tercera vía, Joan Josep Nuet, aseguró a los periodistas al término de la asamblea que no hay que "dramatizar" por haber finalizado sin un nuevo líder, y destacó los acuerdos políticos alcanzados. El llamazarista Grosske, por su parte, explicó que ahora se abre una nueva etapa en la que será más fácil negociar una vez que están claras las fuerzas de cada familia y recalcó que él no retira su candidatura a coordinador general.
IU se da así de el plazo hasta la convocatoria del Consejo completo, previsiblemente para dentro de un mes, para nombrar al sucesor de Llamazares e intentar así designar un nuevo coordinador que esté respaldado por una amplia mayoría y capitanee con garantías la nueva etapa tras el batacazo de las últimas elecciones. Las tres familias mayoritarias de la coalición sí lograron acuerdos en torno a la refundación de la organización y remodelar y actualizar su línea política, estatutos y lograr una dirección más proporcional. Una tarea de profundo calado para la cual IU se ha dado un plazo de 18 meses.