- Solana anticipa mayores presiones migratorias y enfrentamientos por los recursos de las regiones polares, que serán explotables
BRUSELAS, 13 Mar. (OTR/PRESS) -
El cambio climático no sólo afecta a la naturaleza, sino también a la diplomacia. Al menos así lo señala un informe conjunto de la UE y la Comisión Europea en el que se alerta de que el calentamiento global incrementará la presión migratoria y los enfrentamientos por los recursos de las regiones polares. Para el Alto Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, esta visión demuestra que la desertización "genera problemas económicos, humanos y de conflictos potenciales entre países".
A su juicio, "el tema de la desertización tiene o puede tener consecuencias en forma de algunas migraciones que estén influidas por el cambio climático". "Por lo tanto, hay que tomarlo en consideración de una manera sensata, responsable, razonable y con el empeño de hacerlo multilateralmente", señaló Solana, aludiendo a un informe conjunto con la Comisión Europea sobre el impacto del cambio climático que los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete estaban llamados en la cumbre de dos días iniciada hoy en Bruselas.
En este sentido, la presión migratoria se relacionaría con conflictos en los países de tránsito y de acogida de los inmigrantes. Para el Alto Representante, el informe no es "alarmista" sino una mera "descripción de la realidad". Y es que el demostrado proceso de desertización general y acelerado "genera problemas económicos, humanos y de conflictos potenciales entre países". Por ello, la UE debería prepararse para hacer frente a estas amenazas porque "tiene un compromiso de luchar por la seguridad de nuestra planeta".
EL PROBLEMA DE LOS POLOS
Solana también aludió a la situación del Ártico y el Polo Sur, en la medida en que el deshielo acuciante trae consigo "nuevas posibilidades de usar recursos que están allí y que eran imposibles de usar hace años" y, además, origina "nuevas rutas de suministro". Estas cuestiones, según el Alto Representante, no ocurrirán "dentro de 100 años, sino mañana o pasado mañana".
"Lo que pone de manifiesto el cambio climático es que no son cuestiones que afectan a más de un país", añadió. En su opinión, la política conveniente consiste en una "soberanía responsable" basada en la multilateralidad y en la que se entienda que "el cambio climático puede considerarse como un multiplicador de amenazas que exacerba las tendencias, tensiones e inestabilidades inexistentes".
A esto se suma que "el principal desafío es que el cambio climático amenaza con sobrecargar estados y regiones que son ya frágiles y propensos al conflicto", indica el informe. Asimismo, el texto subraya que "es importante tener en cuenta que los riesgos no son únicamente de carácter humanitario; incluyen también riesgos políticos y de seguridad que afectan directamente a los intereses europeos".