- Rajoy insiste en que el Estado "no está" para rescatar al sector privado
MADRID/VALENCIA, 15 Jul. (OTR/PRESS) -
La suspensión de pagos declarada el martes por Martinsa-Fadesa, tras una estrepitosa caída en bolsa por la imposibilidad de refinanciar su deuda, ha incrementado el clima de desconfianza en el sector inmobiliario y ha extendido un temor de las repercusiones de esta crisis empresarial a otros aspectos de la economía. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, prometió hoy que el Ejecutivo trabajará para "mitigar" las consecuencias de esta suspensión y atender a los empleados de la inmobiliaria. En este sentido, el presidente del PP, Mariano Rajoy, avisó que el Estado "no está" para rescatar al sector privado cuando tiene dificultades.
La crisis de la empresa comandada por Fernando Martín ha trascendido de lo económico a lo político. Con la suspensión de pagos declarada por la compañía aún reciente, y en una jornada negra en el parqué madrileño, representantes del Ejecutivo dieron su particular valoración sobre la situación, como De la Vega, que aseguró que el Ejecutivo trabaja para "mitigar" las repercusiones de la decisión adoptada el martes por el consejo de administración de Martinsa. Asimismo, desde Valencia, la 'número dos' del Gobierno indicó que también se trabajará "para atender a los trabajadores en el marco de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) que puedan plantearse".
Por su parte, el Ministerio de Vivienda explicó, en boca de la directora general de Arquitectura y Política de Vivienda, Anunciación Romero, que "el Gobierno y el Ministerio se mantendrán expectantes ante la situación de la inmobiliaria". Respecto al rechazo del Instituto de Crédito Oficial a participar en la refinanciación de Martinsa-Fadesa, declaró que "se trata de un organismo oficial, con lo que no es lógico que se pueda financiar o refinanciar deuda de las empresas privadas con dinero público". En este sentido, aclaró que la función del Ministerio únicamente "es velar por los derechos de los ciudadanos y la relación de Martinsa-Fadesa con sus clientes, para que cumpla con las garantías contractuales".
No en vano, según el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, la compra de Martinsa sobre Fadesa por unos 4.000 millones de euros a principios del año pasado fue una operación "un poco arriesgada". "Esto tiene que hacer pensar, porque esta empresa se vendió por muchos miles de millones de pesetas", agregó.
AYUDA, LA JUSTA
Aunque el Ejecutivo nunca ha explicitado intención alguna de acudir al rescate empresarial de la inmobiliaria, desde el PP se ha reiterado en los últimos días que 'papá Estado' no puede echar más mano de la cuenta en empresas de capital privado. Hoy, Rajoy volvió a tocar este asunto y, en declaraciones a Punto Radio, explicó que la Administración "no está" para salvar compañía con dificultades, sino para crear las condiciones adecuadas para que "quien tenga ganas" monte su negocio.
En la misma línea, el secretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, exigió al Ejecutivo que aclare si durante la última campaña electoral conocía los números de las cuentas de Martinsa-Fadesa y si le ofreció alguna "expectativa" o "garantía" al respecto". El dirigente popular llegó a hablar de "consecuencias políticas" por el empeño del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en negar la crisis antes del 9 de marzo.
Desde el punto de vista del consumidor, la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios en Acción (Facua), tachó de "preocupante" la situación de acreedores y compradores afectados por las suspensión de pagos de la inmobiliaria. En rueda de prensa, el portavoz de la asociación, Rubén Sánchez, reclamó una solución urgente para las personas afectadas. "Era algo que todos nos esperábamos y sabíamos que la burbuja tenía que explotar por algún lado", lamentó.