Crónica Obama.- La 'obamanía' llega a Londres, su parada final

- El candidato demócrata reconoce que su gira mundial puede haberle restado popularidad entre los estadounidenses

LONDRES, 26 Jul. (OTR/PRESS) -

Barack Obama, candidato demócrata a la Casa Blanca, visitó hoy la capital británica, donde se reunió con el actual primer ministro, Gordon Brown, y con Tony Blair. La reunión, que Obama calificó de "maravillosa y estupenda", versó sobre cinco ejes fundamentales: terrorismo, cambio climático, crisis financiera, proceso de paz en Oriente Medio y compromiso militar en Afganistán. A pesar del éxito de su gira mundial, Obama se mostró hoy consciente de que es posible un descenso de su popularidad en Estados Unidos después de dedicar una semana a viajar por el mundo. No obstante, aseguró que el motivo de este viaje era mostrar "adónde podría llevar Obama la política exterior", y no sólo lo consiguió, sino que ha despertado auténtica pasión también entre los londinenses.

Tras su paso triunfal por Berlín, donde el jueves reunió a más de 200.000 personas y su encuentro ayer con su amigo Nicolás Sarkozy en París, Obama aterrizó en Londres para reunirse con Gordon Brown y con su antecesor en el cargo, el ex primer ministro británico Tony Blair. Obama y Brown trataron temas de trascendente importancia, como el cambio climático, la actual crisis económica global, el terrorismo, el proceso de paz en Oriente Medio y la actuación de reino Unido y Estados Unidos en Afganistán. Todo ello en una reunión "maravillosa y estupenda", según Obama.

En la rueda de prensa que ofreció el senador norteamericano tras reunirse con Brown, aseguró que coincidieron en que hay que "reforzar las relaciones transatlánticas para resolver problemas que ningún país puede resolver solo", entre las que destacó el terrorismo. Ambos dieron especial importancia al proceso de paz de Oriente Medio, que están decididos a impulsar para que Israel y Palestina encuentren una buena solución.

Para hacer frente a la crisis económica mundial, Brown destacó su interés por crear instituciones internacionales para abordarla, y poder tener cerca el apoyo de EE.UU. en esta misión, con la aportación fundamental de Barack Obama, si éste ganase las presidenciales del próximo mes de noviembre. Al respecto, el senador norteamericano admitió que su popularidad descenderá en las encuestas tras pasar una semana fuera de Estados Unidos, de donde su rival, John McCain no se ha movido. No obstante, aseguró que merecerá la pena este pequeño bajón para dar a conocer por todo el mundo "adónde podría llevar Obama la política exterior". Un objetivo que ha cumplido a la vista del éxito de su mediática gira internacional.

Obama también se reunió en Londres con el ex primer ministro Tony Blair, actual enviado del Cuarteto de Madrid para Oriente Medio, con quien intercambió distintos "puntos de vista sobre la situación en Oriente Medio", además de tener en cuenta el trabajo realizado anteriormente por Blair para combatir el cambio climático, según confirmó un portavoz del político británico.

GIRA TRIUNFAL

Con su visita a la capital británica Obama pone punto y final a la gira mundial que inició el sábado pasado en Afganistán para observar en primera persona la situación del país asiático de cara a encaminar su política militar. Posteriormente viajó a Israel, donde manifestó su apoyo al presidente hebreo Ehud Olmert. No obstante, expresó su deseo por que se encuentre lo antes posible una solución al conflicto que mantiene con Palestina. Visitó el Museo del Holocausto, Sderot (la ciudad más castigada por los cohetes Qasam lanzados desde Gaza), la Mukata de Ramala, realizó un paseo nocturno por la Ciudad Vieja de Jerusalén, y protagonizó la imagen más buscada: su presencia ante el Muro de las Lamentaciones.

En el inicio de su ronda por Europa visitó Berlín, donde congregó a decenas de miles de personas alrededor de la Columna de la Victoria. Fue su visita a París la más sonada, ya que Sarkozy manifestó su admiración por Barack Obama, al que consideró su "amigo". Además, le hizo llegar la pasión de los galos por los americanos, y presumió de ser el único francés que "lo conoce personalmente".