- El viceprimer ministro dimite tras los disturbios producidos por su incapacidad para mediar entre oposición y Gobierno
- El primer ministro se vió obligado a salir por la ventana del Parlamento, rodeado de miles de manifestantes
BANGKOK, 7 Oct. (OTR/PRESS) -
Las tropas tailandesas patrullan las calles de Bangkok, capital de Tailandia, para imponer el orden después de un día de disturbios y batallas entre la policía y los opositores al Gobierno, que solicitan un cambio en el sistema electoral, que provocaron más de 380 heridos. Debido a los graves enfrentamientos y al número de heridos, el viceprimer ministro, Chavalit Yongchaiyudh, se ha visto obligado a dimitir, alegando que se siente incapaz de mediar entre el Gobierno y el partido opositor Alianza para la Democracia del Pueblo (PAD). Por su parte, el primer ministro, Somchai Wongsawat, tuvo que huir del Parlamento por una ventana, rodeado de miles de manifestantes antigubernamentales.
Los enfrentamientos comenzaron en la madrugada, cuando la policía despejó una ruta que permitió a 5.000 miembros del partido opositor PAD llegar hasta el Parlamento. Allí intentaron bloquear la entrada de los ministros del gabinete para frenar la sesión de apertura. Ante esto, la policía se vió obligada a tomar medidas, y atacaron a los manifestantes con gases lacrimógenos. La batalla campal fue terrible, la peor desde 1992, provocando más de 380 heridos, 48 de ellos graves, entre los que se incluyen un policía apuñalado y otro que recibió un disparo.
Debido a la dificultad para hacerse con el control, la policía pidió ayuda al ejército, según afirmó el Comandante Anupong Paochinda. Así, los militares tomaron las calles para poner fin a la violencia, pero negaron que vayan a intentar llevar a cabo un golpe de Estado. "Iremos desarmados, y patrullaremos la calle con la policía", aseguró el portavoz del ejército, el coronel Sunser Kaemkumners, que además afirmó que "un golpe de Estado no sería bueno para el país".
Por su parte, el director de uno de los hospitales que han atendido a heridos, Wanchai Charoenchokthavee, en declaraciones al periódico local 'The Nation', afirmó que las heridas que presentan los manifestantes "no parecen fruto de gases lacrimógenos". Algunos médicos aseguran que fueron causadas por potentes explosivos que pueden destruir tejidos y huesos, y el propio diario muestra fotos de un manifestante que ha perdido una pierna y otro que ha perdido un pie.
PRIMERA VÍCTIMA POLÍTICA
Los graves disturbios y el alto número de heridos producido se cobraron su primera víctima política, el viceprimer ministro, Chavalit Yongchaiyudh, quien presentó su renuncia con efecto inmediato por su incapacidad para mediar entre la oposición y el Gobierno. Chavalit entró en el Gobierno de coalición el pasado 25 de septiembre, para mediar con la PAD, cuyos miembros mantienen ocupada la sede del GObienro desde el 26 de agosto.
Por otro lado, el primer ministro, Somchai Wongsawat, se vió obligado a huir del Parlamento, rodeado de miles de manifestantes antigubernamentales, escalando la valla de un edificio aledaño, la Mansión Pimanmek, según informa 'The Nation'. Según afirman, Somchai subió las escaleras que lelvaban a la valla y se encaramó a ella. Los empleados de la Casa Real, que están a cargo de la mansión, protegieron las puntas de la valla con trapos para que el primer ministro no sufriese heridas.
Una vez a salvo en la mansión, Somchai subió a bordo de un helicóptero que le llevó a lugar seguro. El primer ministro huyó acompañado de su hija, Shinnicha, diputada por el partido gubernamental del Poder del Pueblo (PPP), aunque las autoridades no permitieron saltar la valla a otros miembros del partido, que pudieron abandonar el Parlamento definitivamente sobre las 17.00 de la tarde, después de que los manifestantes hubiesen sido dispersados.
Somchai aseguró que seguirá adelante con su agenda, incluida su visita a la vecina Camboya el 13 de octubre, y pidió a todas las partes que ayuden a resolver la actual tensión. Además, afirmó que no dimitirá de su cargo ni disolverá el Parlamento.