- Bagdad rebaja la importancia de estas incursiones, aunque algunos medios turcos hablan de 10.000 soldados
ANKARA/BAGDAD, 22 Feb. (OTR/PRESS) -
El Ejército turco dejó de lado los bombardeos a distancia de posiciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) e inició una ofensiva terrestre en el norte de Irak. La importancia de este despliegue varía en función de las fuentes, ya que mientras los medios turcos hablan de hasta 10.000 militares, desde el Ejecutivo de Bagdad se alude simplemente a "cientos de soldados". Tanto la Unión Europea como Estados Unidos rehusaron criticar esta iniciativa anunciada, aunque pidieron a Ankara contención, proporcionalidad y defensa del diálogo.
Un día después de que el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, pidiese a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, el respeto de las fronteras entre ambos estados, quedó demostrada la poca incidencia de esta solicitud. Y es que la ofensiva terrestre comenzó a última hora del jueves y contó con apoyo aéreo. El objetivo era el ya habitual en los últimos meses, posiciones de la guerrilla kurda del PKK, informó el Estado mayor tusco en un comunicado en el que las fuerzas armadas turcas, que conceden gran importancia a la integridad territorial y a la estabilidad de Irak, regresarán a casa en el menor plazo posible en cuanto sus objetivos hayan sido alcanzados". En este sentido, un portavoz del comando estadounidense en Bagdad, el almirante Gregory Smith, confirmó la operación y destacó su "duración limitada". "Turquía ha dado las garantías de que hará todo lo posible para evitar daños colaterales a civiles inocentes o a infraestructuras kurdas", añadió Smith.
Sin embargo, ninguna fuente oficial dio la cifra de soldados desplegados en esta operación, de tal forma que las cifras varían considerablemente. La televisión turca NTV aludió a alrededor de 10.000 soldados, mientras que otros medios hablaban de 3.000 y el ministro de Exteriores iraquí, Hoshiyar Zebari simplemente dijo que "alrededor de unos cientos de soldados han cruzado la frontera en busca del PKK o sus bases". En su opinión, "no ha habido una gran incursión o invasión terrestre a través de la frontera".
Zebari aseguró que había convocado al encargado de negocios de la Embajada turca en la capital iraquí para protestar por la incursión, realizada al parecer no más de cinco kilómetros más allá de la frontera, en una zona "muy aislada" y deshabitada. Según informaciones de Al Jazeera recogidas por otr/press, al menos cuatro puentes fueron destruidos por distintos misiles.
A espera de recuentos oficiales de repercusiones materiales e incluso bajas personales, desde el PKK se apresuraron a demostrar su capacidad de respuesta en boca del jefe de relaciones exteriores de la guerrilla, Ahmed Danees, que habló de "intensos combates" al norte de Irak. En consecuencia, "dos soldados turcos han muerto y ocho han resultado heridos", sin aportar dato alguno del bando kurdo.
TODOS ATENTOS
La repercusión de este despliegue, heredero de bombardeos e incursiones realizadas con goteo durante meses, mantiene atentos no sólo a los países implicados, sino a autoridades como Estados Unidos o la Comisión Europea. Desde Washington, el portavoz de la Casa Blanca, Scott Stanzel, dijo estar "al tanto de antemano" de esta operación. "Como saben, Estados Unidos está de acuerdo en que el PKK es una organización terrorista y es un enemigo de Turquía, Irak y Estados Unidos", señaló. No obstante, indicó que se había pedido a Ankara "que limitara su operación a objetivos precisos del PKK, limitara el alcanza y la duración de sus operaciones". Asimismo, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Bryan Whitman, instó a una "conclusión rápida" de los despliegues.
Por su parte, la Comisión Europea explicó que "vigila de cerca" la operación del Ejército turco. La portavoz del jefe de Ampliación, Kriztina Nagy, reconoció en rueda de prensa "la necesidad de Turquía de proteger a su población frente al terrorismo", a lo que añadió que las autoridades de Ankara deben "abstenerse de impulsar cualquier acción militar desproporcionada y respetar los Derechos Humanos y el Estado de Derecho". Asimismo, animó a Turquía a "entablar un diálogo con sus socios internacionales" para poner fin a una crisis extendida ya demasiado, ya que, tal y como señaló el alto representante para la Política Exterior y la Seguridad Común de la UE, Javier Solana, "esta acción no es la mejor respuesta".