Actualizado 26/01/2007 01:00

José Cavero.- La huelga de hambre y la confianza de Zapatero

MADRID 26 Ene. (OTR/PRESS) -

Con doce de los diecisiete votos de las magistrados de la Audiencia Nacional en contra de la atenuación de la libertad para el etarra De Juana Chaos, era seguro que se producirían reacciones de satisfacción y de insatisfacción, probablemente en distintos grados y medidas. Una parte sustancial de la opinión no terminaba de entender por qué el asesino etarra habría de beneficiarse de esa gracia de recuperarse en su propio domicilio con vigilancia personal. Se ha recordado que, en España había ya un precedente: los dos grapos que fallecieron por huelga de hambre. También se recordó lo sucedido en Gran Bretaña, donde una decena de activistas del IRA llegaron a ese mismo final en tiempos de la "dura Thatcher". Como han argumentado los jueces de la corriente mayoritaria, si el propio De Juana había decidido someterse a esa huelga de hambre, allá él. No hay razón para ceder a esa clase de chantaje o de ultimátum: me liberan o me muero...

No pocos ciudadanos se habrán preguntado, a su vez, por qué razón el gobierno, como el fiscal del Estado, habían mostrado su vivo interés en "salvar a De Juana Chaos" de su propio intento continuado de suicidio que es una huelga de hambre. Aunque el presidente ha mostrado, como suele hacer, total independencia de lo que finalmente decidieron los magistrados de la Audiencia Nacional, a pocos les hubiera resultado excesivamente sorprendente que abogara por la atenuación de su situación de detenido en el hospital madrileño Doce de Octubre. El ministro de Justicia, por su parte, había criticado que los directivos del PP hubieran reclamado con tanta insistencia que no hubiera ninguna consideración con el recluso-hospitalizado. No es improbable que esos deseos expresados por algunos dirigentes socialistas -Chaves o Patxi López - de que se tuviera alguna consideración y amabilidad al etarra, tienen algo o mucho que ver con "lo que puede suceder ahora", tanto en la violencia callejera como en otras violencias etarras, y en las propias cárceles, donde medio millar de etarras pudieran mostrar alguna clase de solidaridad con su "colega"...

Por lo que se refiere al presidente del gobierno, no es improbable que relacione la suerte de De Juana Chaos con la de su propio "proceso", no se sabe bien si en vía muerta o en alguna "calle de esperanza". Así pudiera deducirse, sin ir más lejos, de las declaraciones que acaba de efectuar: "Quizá estemos en la fase final de la lucha contra ETA. Tal vez estamos en la fase final de ETA", ha dicho el presidente, de nuevo esperanzado o confiado en que ninguna otra acción criminal pudiera llegar a quebrar la confianza a la que, con bastante probabilidad, le conducen los nuevos datos de los interlocutores que mantiene con ETA y con Batasuna...

José Cavero.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Sánchez, al fin, sale a la ofensiva, pero ¿qué ofensiva?

Foto del autor

Antonio Casado

Memoria de Rubalcaba

Foto del autor

Fermín Bocos

Annus horribilis

Foto del autor

Charo Zarzalejos

Castillo de naipes