Actualizado 03/06/2008 18:51

Crónica Afganistán.-El jefe saliente de la OTAN en Afganistán cree que 53.000 tropas no bastan contra los talibanes

- El general estadounidense David McKiernan toma el mando de la fuerza internacional de 40 países

KABUL, 3 Jun. (OTR/PRESS) -

El general estadounidense David McKiernan asumió hoy el mando de los aproximadamente 53.000 efectivos que forman parte de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), dependiente de la OTAN. Como reto, el jefe militar deberá combatir contra la escurridiza insurgencia talibán, una batalla que, según su predecesor en el cargo, el también estadounidense general Dan McNeill, se afronta con escasez de medios. El que fuese líder del despliegue internacional durante los últimos 15 meses afirmó que la solución pasa por aumentar las "unidades de maniobra, aeronaves y aparatos de inteligencia, vigilancia y reconocimiento".

Como reconoció el propio McKiernan tras recibir simbólicamente el testigo, "se produce una transición en el mando, pero la misión debe continuar sin dar marcha atrás". A su juicio, la ambiciosa misión de la ISAF es "apoyar al Gobierno de Afganistán aportando seguridad, facilitando reconstrucción y desarrollo y permitiendo una acción efectiva de gobierno en el país". "Los insurgentes, los combatientes extranjeros, los criminales y los demás que se crucen en el camino de la misión deberán contar con ello", añadió.

Sin embargo, McNeill abandonó el cargo que ocupase durante los últimos meses con un mensaje a la comunidad internacional, a través del que recalcó que pese al incremento en soldados que ha llevado al conjunto de la misión a alcanzar los 53.000 efectivos, la cifra aún es escasa. Destacó que "es una guerra con insuficientes recursos y necesita más unidades de maniobra, más aeronaves, más aparatos de inteligencia, vigilancia y reconocimiento", según informaciones de la cadena británica BBC recogidas por otr/press. "No me refiero sólo al área estadounidenses, hablo de todo el país", aclaró.

McNeill agregó que, si se siguiesen las recomendaciones marcadas, el número de soldados se incrementaría hasta 400.000. No en vano, el nuevo alto mando asume el control en una temporada de incremento de los ataques de la insurgencia talibán contra las tropas de las 40 naciones que operan en el país árabe bajo el paraguas de la Alianza Atlántica.

LO QUE QUEDA

Por su parte, el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, afirmó que McKiernan se enfrenta a una tarea difícil en su recién adquirida encomienda. "Tenemos por delante muchos días para trabajar juntos, muchos días felices, pero también algunos días malos", reconoció durante la ceremonia celebrada hoy, porque "perderemos vidas, los soldados de la OTAN perderán vidas, los soldados afganos y el personal afgano perderá vidas, pero debemos mantenernos firmes".

Una conferencia de donantes el próximo día 12 supondrá previsiblemente una nueva inyección económica para el país, de hasta 50.000 millones de dólares, más de 32.000 millones de euros, si se firman las pretensiones de Karzai. Sin embargo, Afganistán, uno de los países más corruptos del mundo, debe hacer frente al fraude político y social que se extiende cual plaga por el país y que preocupa a los Estados extranjeros y los organismos internacionales.

En este sentido, la directora gerente del Banco Mundial, Ngozo Okonjo-Iweala, aseguró hoy en un comunicado que "sólo los afganos pueden desarrollar Afganistán". "Construir instituciones, luchar contra la corrupción y mejorar los servicios destinados a los ciudadanos de a pie" son sólo algunos de los puntos a tener en cuenta a juicio de Okonjo-Iweala, ya que hoy por hoy depende en un 90% de la solidaridad y la autosuficiencia y la gestión correcta debería figurar en la hoja de ruta a medio plazo.

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