Fermín Bocos.- Sin preguntas no hay democracia.

MADRID 6 May. (OTR/PRESS) -

Nunca es tarde para denunciar un abuso de poder por parte de los poderosos. Y más aún cuando se trata de una deriva propia de sistemas totalitarios. Hablo de la tendencia cada vez más extendida entre los políticos españoles (que arraiga también entre gentes del mundo del fútbol y de las finanzas) de no admitir preguntas en las ruedas de prensa. Convocan a los periodistas para repartir comunicados o para convertirles en notarios mudos de sus declaraciones. Hay que decir con claridad que esta práctica es contraria a los usos y costumbres propios de los sistemas democráticos. Es un intento descarnado de hacer pasar por información lo que no es más que propaganda.

Lo está denunciando estos días la Federación de Periodistas, pero me apresuro a decir que dicha denuncia no es fruto de una preocupación gremial. No es un mal que nos afecte sólo a los periodistas. Enferma a toda la sociedad. ¿Por qué? Pues porque la transparencia de los asuntos públicos es garantía de la salud de los sistemas democráticos. La democracia es un sistema de contrapesos; de contrapoderes que se fiscalizan unos a otros. Si la prensa es libre y actúa con honradez e independencia, cumple con ese papel. Por eso son tan importantes las preguntas. Porque sin preguntas (y repreguntas) la información deviene en propaganda.

En la misma deriva de filo totalitaria que denunciamos habría que incluir la costumbre, también rechazable, de algunos partidos políticos que impiden grabar imágenes de sus mítines y otros actos políticos y son sus servicios de prensa y propaganda quienes realizan los vídeos que después emiten los canales de televisión. Esta práctica, también es contraria a la libertad de información que ampara la Constitución (Art 20). Por todo lo dicho, convendría que los ciudadanos tomaran conciencia de estos usos descarados del poder y los poderosos para evitar ser fiscalizados. Ya digo, sin preguntas, no hay democracia.