El acelerón de PSP

MADRID 26 Oct. (Carlos Hergueta/EP) -

Hay meses que son motivo de alegría en esto de los videojuegos y octubre es motivo de alegría. Especialmente para aquellos amigos de la portátil de Sony. Por un lado está el lanzamiento de PSPGo que, sin ser una revolución, ofrece un rediseño interesante de la máquina; por otro, que es lo que nos ocupa: la llegada de 'Gran Turismo' y 'Motorstorm'.

Nunca he sido demasiado amigo de que los videojuegos para portátiles sean calcos de sus homólogos para máquinas de sobremesa. Y eso me pasa especialmente con las aventuras en general. Ojo, me encanta poder jugar a un 'Kingdom Hearts' para Nintendo DS que sea casi calcado a los lanzados en PS2 y me parece sobrecogedor ver la inmensidad de Liberty City en la pantalla panorámica de PSP.

Sin embargo, me convence más una nueva experiencia que sea hecha por y para ser jugada de forma portátil, en una rápida partida en el metro, en el tren, en el coche o, por qué no, en el retrete. Ahí están los 'Patapon', 'LocoRoco', 'Profesor Layton' o 'Elite Beat Agents'. Pura diversión directa y original.

Llegado a este punto, considero que hay géneros que cuadran más con lo que debe ser la filosfía portátil gracias a que ofrecen intensidad y diversión en pocos segundos; es decir, son perfectos para partidas rápidas: la velocidad, la lucha y los deportes en general. Dicho esto, es raro que los planetas se alineen para que un género reciba dos de los tres mejores videojuegos de su catálogo, que es lo que le ha pasado en octubre a PSP.

'Motorstorm' se ha destapado como el mejor arcade de velocidad de la portátil junto a 'Midnight Club LA' y 'Gran Turismo PSP', aunque no ha alcanzado todo el nivel que esperábamos, sí es el mejor simulador riguroso de velocidad de la portátil de Sony.

No hay excusas para ir en metro a 150 kilómetros por hora al volante de una quitanieves. No hay excusas para pilotar un Mercedes en el baño. No hay excusas para vivir la mejor velocidad portátil. Viva la velocidad portátil y viva Sony que nos ha dado dos tazas bien cargaditas.