Cerca de 1.500 personas asisten al Acto de Reparación a las Víctimas de Abusos en la Catedral de la Almudena
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El cardenal arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José Cobo, ha asegurado que "ninguna víctima" de abusos sexuales en la Iglesia se va a quedar sin "acompañamiento en total", incluida la reparación económica.
Así lo ha indicado antes del Acto de Reparación a las Víctimas de Abusos, que se ha celebrado este lunes en la Catedral de la Almudena, en Madrid, y en el que han participado supervivientes de abusos. El acto ha sido organizado, a través del Proyecto Repara de la Archidiócesis de Madrid, bajo el lema 'No queremos pasar página'.
"Ninguna víctima se va a quedar sin acompañamiento en total, no podemos sectorizar y pensar que una indemnización... La Iglesia quiere acompañarlas, integrarlas en el corazón de la Iglesia con todo lo que supone, con absolutamente todo", ha asegurado Cobo, preguntado por si alguna víctima se va a quedar sin indemnización.
En declaraciones a los medios antes del Acto, el arzobispo de Madrid ha afirmado que ya están "negociando" y "dando pasos" desde la Conferencia Episcopal Española (CEE) para articular esta reparación.
"Queda pendiente que vayamos a afrontarlo, ya estamos en el camino y estamos articulando, porque también es verdad que los procesos de articulación de todos los deseos son más lentos pero sí, ya estamos dando pasos; desde la propia CEE ya se están dando pasos y estamos negociando cómo entre todas las diócesis también para hacer un acto colegial; cómo entre todos como Iglesia vamos aportando también, también digo, lo económico porque hay otros pasos también que son esenciales", ha afirmado Cobo.
Durante el acto penitencial, ya dentro de la Catedral, en la que había entre 1.000 y 1.500 personas asistentes, según han indicado a Europa Press fuentes de la organización, y en el que han cantado los seminaristas de Madrid, el cardenal Cobo ha pedido perdón a las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia.
Al acto ha asistido el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, así como miembros del equipo del Defensor del Pueblo.
"NOS HA COSTADO RECONOCERLO"
"En este acto reconocemos que ha habido abusadores dentro de la Iglesia. Nos ha costado reconocerlo. Son lo opuesto a lo que pretendíamos anunciar y hacer", ha reconocido.
El cardenal ha señalado que "las lágrimas y las heridas" les han "abierto los ojos" para reconocer que no han "cuidado a las víctimas", que no las han "defendido" y que se han "resistido" a entenderlas cuando más lo necesitaban. "Lo sentimos profundamente", ha insistido el arzobispo de Madrid.
También ha instado a "clausurar para siempre" las malas prácticas. "El testimonio que las víctimas ofrecéis nos denuncia un conjunto de pésimas prácticas que tiene que ser clausurado para siempre", ha concretado.
Por ello, ha subrayado que en la Iglesia no quieren ni pueden "pasar página" y ha mostrado su deseo de que las víctimas sigan en la Iglesia aun cuando "a veces" sus miembros no han sido "responsables ni samaritanos" con su dolor.
En todo caso, ha afirmado que, gracias a su testimonio "valiente", van "aprendiendo a mirar de otra forma, a escuchar, a llorar, a tomar medidas y a iniciar procesos de sanación y de purificación".
"Seguro que estáis cansadas y cansados de palabras huecas", ha indicado Cobo. Si bien, ha asegurado que quieren, además de mostrar su "condolencia", poner "todos los medios para seguir acogiendo y afrontando todo el sufrimiento injusto" que han padecido.
"Es el tiempo de los hechos, de escuchar, de aprender, de reconocer y de reparar", ha remarcado, enumerando algunos cambios a los que se comprometen como "purificar" el acompañamiento espiritual; evitar todo lo "esotérico"; poner en marcha un modelo de funcionamiento eclesial "menos clerical, más sinodal y corresponsable" basado en "la transparencia y el buen trato"; insistir en la formación "adecuada" de clérigos, religiosos y laicos e incluir la voz de las víctimas en la Iglesia.
Además, ha añadido que el hecho de que haya abusos "en otros sitios no sirve de ningún consuelo" y ha enfatizado que la Iglesia de Madrid, "rotundamente" quiere "afrontar el dolor que provoca todo tipo de abusos: sexuales, de poder, de conciencia y espirituales".
También ha expresado su esperanza en que el sufrimiento de las víctimas "despierte a los espíritus más impasibles y se instale en el corazón de la Iglesia". "Avanzaremos, sin retroceso posible y con medidas que no den lugar a equívocos", ha comentado.
Cobo avanzó el pasado mes de septiembre que las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia serían las protagonistas de este acto que la Iglesia de Madrid, a través del proyecto Repara, llevaba preparando desde hace tiempo.
"ME DIJO QUE NO HABÍA PASADO NADA"
El acto ha comenzado en el pórtico de la Catedral de la Almudena, donde se han leído una decena de testimonios como el de una religiosa que sufrió abusos por parte de su confesor: "Cuando le dije que el beso que me dio me hizo sentir confusa, me dijo que no había pasado nada y que lo que ocurría es que mi mente estaba sucia y que, en realidad, era mi deseo el que me confundía. Estuve teniendo sexo con él diez años".
Los asistentes al acto también han podido escuchar el caso de una mujer adulta víctima de abusos en la Iglesia: "Quien abusó de mí, consiguió corromper mi mundo de relaciones, me traicionó al brindarme ayudas que siempre se cobró y me manipuló al cargar sobre mis espaldas deberes morales y religiosos que él no dudaba en incumplir. Convencida de que no había salida, llegué a creer que solo la muerte me libraría de la condena impuesta".
Además, según el relato de otra mujer víctima, la Iglesia casi le ha hecho "más daño" que el agresor: "Han tardado 10 años en recibirme y creerme. La actitud diletante, distante, legalista y fría de algunos eclesiásticos y encubridores me han dañado mucho el alma y mi relación con Dios".
También se ha escuchado el testimonio de un hombre víctima de una organización religiosa, el de una mujer de la que abusó su maestra de noviciado, el de dos hombres que sufrieron abusos siendo menores en un colegio de una congregación religiosa o el de un hombre del que abusaron en una peregrinación, entre otros.
Para finalizar, como símbolo, una comitiva ha plantado un olivo en el exterior de la catedral con una placa conmemorativa en la que se puede leer: 'En memoria de todas las personas víctimas de abusos en nuestra Iglesia. "Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, conmigo lo hicisteis (Mt 25, 40)"'.