MADRID 8 May. (EUROPA PRESS) -
Con la Capilla Sixtina ya cerrada al mundo exterior desde este miércoles, el cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco ha activado no solo uno de los procesos más solemnes del Vaticano, sino también uno de los más ricos en simbolismo y tradición lingüística. Mientras que en las reuniones previas los cardenales pueden contar con traducción simultánea, durante el cónclave, el latín recupera su papel de lengua oficial de la Iglesia católica.
Así lo recuerda un artículo publicado por Vatican News, que destaca el protagonismo de expresiones latinas fijas y fórmulas rituales que han perdurado durante siglos. Desde la orden que marca el cierre del recinto hasta el anuncio del nuevo pontífice, el cónclave es también un acto litúrgico codificado en una lengua que sigue marcando los momentos cruciales de la vida eclesial.
LAS EXPRESIONES CLAVE DEL CÓNCLAVE, UNA A UNA
A continuación, las principales fórmulas en latín que se pronuncian en cada una de las fases del proceso, con sus respectivos significados:
Extra omnes
Significa "¡Fuera todos!" y es la orden que marca el inicio del cónclave. Es pronunciada por el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias al finalizar el juramento del último cardenal elector. Invita a todas las personas no autorizadas a abandonar la Capilla Sixtina, que queda clausurada (cum clave, "con llave").
Veni Creator Spiritus
Es el himno que se canta en procesión antes del inicio de las votaciones, invocando al Espíritu Santo para guiar la elección.
Eligo in Summum Pontificem
"Elijo al Sumo Pontífice". Esta es la fórmula escrita en la parte superior de cada papeleta que los cardenales introducen en la urna durante cada votación, según la constitución Universi Dominici Gregis.
Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem?
"¿Aceptas la elección como Sumo Pontífice hecha canónicamente sobre ti?". Es la pregunta que dirige el cardenal decano al elegido tras confirmar que ha obtenido la mayoría de dos tercios.
Quo nomine vis vocari?
"¿Con qué nombre quieres ser llamado?". Pregunta inmediatamente posterior a la aceptación, para conocer el nombre pontificio que adoptará el nuevo Papa.
Habemus Papam
"¡Tenemos Papa!". Es la fórmula con la que el cardenal protodiácono, desde la logia de la Basílica de San Pedro, anuncia al pueblo la elección. La expresión completa es:
Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam! Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum, Dominum [nombre de pila en acusativo], Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem [apellido], qui sibi nomen imposuit [nombre pontificio]
"Os anuncio una gran alegría: ¡Tenemos Papa! El eminentísimo y reverendísimo señor, el señor [nombre de pila], cardenal de la Santa Iglesia Romana [apellido], que ha elegido llamarse [nombre pontificio]."
Cuando fue elegido el Papa Francisco, el anuncio fue:
"Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam! Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum, Dominum Georgium Marium, Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem Bergoglio, qui sibi nomen imposuit Franciscum."
La estructura gramatical puede variar: según Vatican News, algunos anuncios emplearon el caso acusativo (como Franciscum, Pium, Paulum), otros el genitivo (Ioannis Pauli, Benedicti), e incluso el nominativo en el siglo XIX (Leo, Pius). Todas las fórmulas son correctas, aunque estilísticamente se prefiere el acusativo.
UNA LENGUA CON PESO HISTÓRICO
Según el latinista Davide Piras, de la Oficina de Letras Latinas del Vaticano, estas expresiones "nacidas y utilizadas en lengua latina, se han conservado a lo largo de los siglos para definir con precisión estos pasajes cruciales de la vida de la Iglesia".
El caso más simbólico es el del Habemus Papam, expresión documentada ya en 1417 con la elección de Martín V tras una etapa con hasta tres papas reclamando la legitimidad del pontificado. Desde entonces, esa fórmula ha quedado grabada en la memoria colectiva como el anuncio solemne de la unidad restaurada.