SANTANDER, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ONG Cantabria por el Sáhara, con la colaboración del Gobierno regional, el Racing y las peñas racinguistas, supermercados y centros comerciales, ha iniciado una campaña de recogida de alimentos para el pueblo saharaui que se desarrollará hasta el 15 de diciembre y que se acompaña de una denuncia política de la situación de "represión y exclusión" que vive este pueblo desde hace 33 años.
La campaña 'SOS Sáhara: Alimenta una resistencia' se presentó hoy en rueda de prensa por el director general de Asuntos Europeos y Cooperación al Desarrollo, Alberto García Cerviño; la presidenta de Cantabria por el Sáhara, Carmen Pérez; y el delegado del Sáhara en Cantabria, Hamoudi Ahmed Chej.
La campaña de recogida de alimentos --arroz, lentejas, azúcar y aceite de girasol-- se realizará a través de todos los centros educativos cántabros que quieran colaborar y de los ayuntamientos, a los que se ha dirigido la ONG y quienes establecerán sus propios puntos de recogida.
Además, el sábado, día 8, los supermercados Lupa y Eroski, la Cooperativa San Sebastián de Reinosa y otros centros comerciales con los que está en conversaciones la ONG, permitirán la instalación de un stand en el que se recogerán los citados alimentos.
López explicó que "lo importante" para Cantabria por el Sáhara "no son las lentejas ni el arroz" sino la difusión de la causa saharaui entre los cántabros y denunciar su situación, intentando concienciar a los ciudadanos y los políticos para que apoyen el derecho de autodeterminación de los saharauis y la celebración de un referéndum que les de la opción de elegir su futuro.
Los objetivos de la campaña, indicó, son, además de la recogida de alimentos, denunciar la utilización de los recortes de la ayuda humanitaria a los refugiados saharauis como medida de presión política; sensibilizar e informar a la opinión pública cántabra sobre la causa del pueblo saharaui, una parte refugiada en Tindouf y otra padeciendo la represión marroquí en las zonas ocupadas del Sáhara Occidental; y exigir a los políticos cántabros una mayor implicación y consenso político en cuanto al conflicto, atendiendo la legalidad internacional y sin hacer utilizaciones partidistas del tema saharaui.
Al respecto, López afirmó que la situación de los saharauis "nos afecta a todos, a todos los partidos, nacionales y regionales". Además, denunció que España, que es la octava potencia mundial, también es "el único país del mundo que tiene una colonia sin descolonizar".
En este sentido se pronunció García Cerviño, quien declaró que "hay pocas injusticias tan grandes y ninguna que nos afecte tanto a los españoles como el derecho de la población saharaui a vivir libremente".
Al respecto, declaró que uno de los "elementos fundamentales" de la acción del Gobierno en los próximos años será el apoyo a la resistencia saharaui y a su derecho "a vivir libremente y en paz". Así, recordó que el Ejecutivo está colaborando actualmente en tres proyectos humanitarios en campamentos de refugiados, dos granjas, una avícola y otra de camellas, y el programa 'Vacaciones en paz'. En cuanto a este último, anunció que a partir de 2009 ya no tendrá que acudir a la convocatoria de proyectos sino que recibirá una subvención nominativa.
LA TRAGEDIA SAHARAUI
Por su parte, Ahmed Chej afirmó que "la tragedia del pueblo saharaui es un problema de desconolización inacabada", que hace que sea "la última colonia del mundo".
Recordó que los saharauis llevan más de tres décadas esperando la resolución de la ONU para solventar un problema "que no tiene fin" porque los esfuerzos de la comunidad internacional "han sido en balde por la intransigencia del Gobierno marroquí a respetar la ley internacional y permitir la celebración de un referéndum transparente para que los saharauis elijan su destino".
Ahmed Chej explicó que la campaña de Cantabria por el Sáhara trata de paliar la necesidad de alimentos de una población desplazada en territorios argelinos, que depende de la solidaridad internacional porque se utiliza la falta de recursos como medida de presión. Igualmente denunció la "tragedia humana" de familias que llevan separadas más de 30 años, e instó a romper el "muro de silencio" que se ha levantado en torno a la situación saharaui.
Según el censo de Naciones Unidas de 1998, había 157.000 personas desplazadas en los campamentos de refugiados del Sáhara.