MELILLA, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Medio centenar de personas participaron hoy en un concentración frente a la Delegación del Gobierno para exigir mayores medidas de seguridad para los porteadores marroquíes en su paso por los puestos fronterizos con Melilla después de que una mujer muriera aplastada en uno de los tumultos que se generan en los tornos de del puesto fronterizo de Barrio Chino.
En declaraciones a los periodistas, los responsables de APDH y Prodein, José Alonso y José Palazón respectivamente, la actividad comercial del contrabando en la ciudad española y el reino alauí se sustenta sobre "el esfuerzo de miles de trabajadores marroquíes que, con un trabajo ímprobo, recogen muy pocos beneficios, pues a cambio perciben prácticamente rentas de subsistencia para seguir mal viviendo". Además, su trabajo se desarrolla "sin el más mínimo respeto a las normas sociales españolas, sin la protección de la Seguridad Social, ni seguridad en el trabajo".
Alonso y Palazón manifestaron también que los melillenses "están acostumbrados a ver en la frontera filas interminables de estos hombres y mujeres de todas las edades, cargados con pesados fardos, sufriendo las inclemencias del tiempo y pasando calamidades de todo tipo". Aseguran que en más de una ocasión "ha habido muertos y heridos, aunque estas noticias no suelen trascender a los medios".
Consecuencia de estas penosas condiciones de trabajo que denuncian ambas ONG fue la muerte de una porteadora ocurrida esta semana. La mujer fue "arrollada en uno de los tumultos que las condiciones de trabajo provocan en los pasos fronterizos", lo que les lleva a pedir a las autoridades competentes, "de una vez por todas, una regulación para estos trabajadores acorde con nuestro sistema legal y nuestras condiciones de vida, para que la frontera no sea un paréntesis en lo que es un Estado Social".
Durante la protesta, convocada por las ONGs Asociación Pro Derechos Humanos (APDH) y Pro Derecho de la Infancia (Prodein), los asistentes portaban pancartas reivindicativas y el acto acabó sin incidentes.
