SALAMANCA, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
La dirección del Centro Penitenciario de Topas, en Salamanca, decidió aislar a siete presos islamistas radicales que podrían formar un grupo peligroso, puesto que extorsionaban a otros reclusos en el cumplimiento riguroso de ritos musulmanes.
Según la información recogida en periódicos locales a la que tuvo acceso Europa Press, tras semanas de investigación interna, la dirección de la prisión terminó aislando a otros tres reclusos, quienes fueron cambiados de módulo al observar su afinidad con el grupo principal.
Tal y como explicó en declaraciones a Tribuna de Salamanca el director de la cárcel de Topas, José Ignacio Bermúdez, los funcionarios comenzaron a sospechar por las actitudes de los presos, especialmente de uno de ellos que había tomado la posición de 'líder', y que "actuaba con gran prepotencia sobre el resto".
De este modo, observaron a otros dos hombres con cierto servilismo hacia el primero y decidieron actuar antes de que la situación se complicara. Así, las primeras actuaciones con carácter preventivo se dirigieron sobre cinco internos a los que, además, se les había encontrado documentación relacionada con el fanatismo religioso en las celdas, y el pasado jueves se aisló a los dos últimos del grupo principal.
Los reclusos serán trasladados a otros centros penitenciarios para dispersarlos totalmente, aunque Bermúdez aclaró que esta decena de convictos no estuvo implicada en las diversas peleas sufridas en el penal a raíz de la llegada de más reclusos desde las Islas Canarias, a una cárcel que sufre un gran índice de masificación. Otras fuentes aseguran a este diario que este grupo radical desmantelado el jueves traficaba con drogas dentro del penal, consiguiendo así un mayor poder sobre el resto de internos.
