SANTIAGO DE COMPOSTELA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
Repsol ha entregado al Gobierno el informe final de la campaña de inspección de los pecios del Prestige, cuatro meses después de haberla efectuado, en el que se corroboran las primeras conclusiones, entre las que destaca que el barco hundido "no constituye amenaza ni para el ecosistema ni para la costa".
En un comunicado facilitado por el Ministerio de la Presidencia, el Gobierno explicó que el informe confirma "lo que ya adelantó Repsol en el mes de septiembre, cuando se comunicó que la situación del pecio es muy similar a la del año 2004", ya que la cantidad de fuel y la situación de los restos del barco "se mantiene estable".
La inspección tuvo lugar entre el 30 de agosto y el 14 de septiembre de 2007, y es la tercera que se realiza tras las hechas en 2003 y 2004. La parte principal del informe es una comparativa detallada entre imágenes de esta campaña y las tomadas en las anteriores.
Los técnicos a bordo del buque noruego 'Siem Danis' iniciaron los trabajos en el buque el pasado verano con una inspección visual detallada de la proa y la popa, "con especial detalle en los puntos donde se realizaron tareas de sellado o extracción" en campañas anteriores.
Los responsables de Repsol subrayaron al acabar los trabajos que se llevaron a cabo "con éxito" todas las operaciones previstas dentro de la campaña y que el buque 'Prestige' no era "una amenaza ni para la costa ni para el ecosistema", una conclusión que ratificaron ahora en su informe definitivo.
FUGAS "IRRELEVANTES".
En ese sentido, los expertos detectaron dos fugas en la proa por las que escapa fuel "en muy pequeñas cantidades", concretamente de cinco y dos litros diarios. En la popa, la situación es similar, con una fuga de no más de cinco litros diarios y otra "casi inapreciable", de alrededor de un litro.
En este mismo pecio se advirtió además que fluían unos cinco litros diarios de fuel por la tapa de un conducto para limpieza de tanques, que pese a ser considerada por los técnicos como "irrelevante", fue sellada por encargo del Gobierno.
El Gobierno destacó en septiembre que esta tercera campaña de inspecciones ha servido para demostrar que la cantidad de fuel que fluye del pecio es "inferior a la inicialmente estimada" y que el Prestige "no constituye amenaza ni para el ecosistema marino ni para la costa", tal y como ha reiterado cuatro meses después.
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