El Papa insta al G-8 a mantener sus promesas de ayuda a los países más pobres


ROMA, 6 Jun. (EUROPA PRESS/G. Moreno) -

El Papa Benedicto XVI urgió hoy al grupo del G-8 --integrado por los siete países más industrializados del mundo y Rusia-- a mantenter su compromiso de "aumentar sustancialmente" las ayudas a los países "más necesitados", especialmente al continente africano.

El Romano Pontifice pronunció estas palabras ante una multitud de fieles durante la audiencia general que suele celebrarse todos los miércoles en la plaza San Pedro, encuentro que aprovechó para interpelar a los países más poderosos del planeta, que inician hoy una importante cumbre en la localidad alemana de Heiligendamm.

"Quiero ahora dirigir un nuevo llamamiento a los líderes reunidos en Heiligendamm, con el objetivo de que no vengan a menos sus promesas de aumentar sustancialmente la ayuda al desarrollo, en favor de las poblaciones más necesitadas", manifestó el Romano Pontífice.

En concreto, les urgió a prestar "especial atención" al problema de la educación, que constituye el segundo de los ocho Objetivos del Milenio, que la comunidad internacional se ha propuesto alcanzar antes de que acabe el año 2015 y entre los que figura la reducción a la mitad de la pobreza extrema o frenar la propagación del SIDA.

En este sentido, el Papa insistió en la necesidad de asegurar que todos los niños del mundo tengan acceso a la escuela primaria antes de que termine el año 2005, ya que este objetivo es "parte integrante" de "todos los demás" y "la garantía de su consolidación".

Para el Papa, la educación elemental constituye el "punto de partida de todo proceso autónomo y sostenible de desarrollo". De hecho, recordó que la Iglesia católica "ha estado siempre en primera línea" en este campo, "particularmente en los países más pobres y allí donde no llegan las estructuras estatales".

CONDONAR LA DEUDA EXTERNA

Benedicto XVI aprovechó la ocasión para recordar la carta que dirigió a la canciller alemana y actual presidenta de turno del G-8 y de la UE, Angela Merkel, el pasado mes de diciembre y en la que emplazaba a las economías más potentes del mundo a impulsar una "rápida, completa e incondicional" eliminación de la deuda externa de los países más pobres.

Durante la audiencia de hoy, el Papa volvió a reconocer el compromiso de Merkel por mantener el tema de la pobreza en la agenda del G-8, teniendo en cuenta que el desarrollo de África es uno de los temas principales que abordarán en los próximos días los ocho jefes de Estado y de Gobierno de los países más poderosos.

En su misiva, el Papa había subrayado que estos países tienen el "deber moral grave" de ayudar a las naciones más desfavorecidas, asegurando que dicho deber se fundamenta en "la común pertenencia a la familia humana".

EVITAR PRÁCTICAS CORRUPTAS

Asimismo, el Papa también denunció "la fuga de capital de los países pobres", así como el reciclaje de dinero sucio u otras prácticas corruptas", especialmente fáciles de llevar a cabo en los países pobres.

Además, aseguró que todas estas metas deben estar en el horizonte de todos los estados de la comunidad internacional, pero apuntó que tanto el G-8 como la Unión Europea "deben desarrollar un papel de guía", en la asunción de este cometido.