MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un total de 3.606 inmigrantes irregulares llegaron a las costas españolas en embarcaciones ilegales entre el 1 de enero y el 31 de mayo de este año, lo que representa un descenso del 68 por ciento frente a los 11.285 que llegaron a lo largo del mismo periodo del año anterior, según datos presentados hoy en el Senado por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
A instancias del senador de Coalición Canaria Ricardo Melchior, el titular de Interior explicó que el Gobierno cuenta en el Archipiélago Canario con más de 2.000 plazas en centros de internamiento de extranjeros, que se podrían ampliar en el caso de que se produjera una avalancha o una llegada masiva de embarcaciones.
El senador canario manifestó su preocupación por la capacidad existente en el archipiélago para responder a un "previsible" incremento en la llegada de cayucos con la entrada del verano y el buen tiempo. Según sus datos, entre plazas fijas y provisionales, Canarias cuenta con 6.433 (el 85 por ciento de toda España).
Según Rubalcaba, el Ejecutivo está "tratando de evitar" este extremo y hasta el momento lo ha logrado "con un éxito relativo" a través de los mecanismos de control marítimo. Además, señaló que España cuenta con mecanismos de repatriación de los que no disponía hace meses, a través de los convenios establecidos con diferentes países africanos.
Así, destacó las "buenas relaciones" existentes con países como Senegal, Mauritania, Guinea Conakri, Guinea Bissau, Marruecos o Argelia, que han permitido "salvar situaciones" como la de hace tres semanas, cuando llegaron a las costas cerca de un millar de irregulares, siendo repatriados hasta el momento unos 850.
Por ello, Rubalcaba entiende que las autoridades trabajan "con éxito en la costa africana", a través del apresamiento de un gran número de cayucos y la desarticulación de mafias "con éxitos notables". "Nadie entra en España ilegalmente sin que lo sepamos. Estamos mejor preparados, aunque esto no quita para que haya periodos difíciles", apuntó.
Según dijo, el Gobierno pretende de esta manera el "único objetivo de dejar claro a las mafias que no tienen que engañar a la gente y que quien entra de manera ilegal tiene muchas probabilidades de salir".
