Zapatero dice que el PP frena la Ley de Dependencia y Rajoy replica que el riesgo está en economía e inmigración

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 4 marzo 2008 0:52

MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que el PP frena las políticas sociales y que ha obstaculizado medidas como la Ley de Dependencia en las comunidades donde gobierna, ante lo cual el líder del PP, Mariano Rajoy, replicó que el riesgo de las políticas sociales es la política económica y la inmigración descontrolada.

En el bloque del 'cara a cara' dedicado a la política social, Zapatero incidió fundamentalmente en la Ley de Dependencia, recordando que fue promovida por el Gobierno socialista y comprometiéndose a desarrollarla en la próxima legislatura de tal manera que al final de 2010, todos los dependientes graves y severos estarán atendidos con plazas en residencia y cuidados a domicilio, y que se destinarán 2.300 millones al terminar 2015.

"Mi Gobierno ha sido el primero que ha dedicado al gasto social más de la mitad del presupuesto --enfatizó, mientras Rajoy lo negaba al otro lado de la mesa--. Los ciudadanos saben con nosotros se impulsan las políticas sociales y con ustedes se frenan. Ahora obstaculizan la aplicación de la Ley de Dependencia en Madrid, mientras que en Andalucía ya hay 20 veces más dependientes reconocidos".

DEPENDENCIA: RAJOY DENUNCIA PROPAGANDA

Rajoy defendió al Gobierno de la Comunidad de Madrid alegando que dedica más a Dependencia que el Gobierno central y se comprometió a "adoptar" esta legislación al considerar que su aplicación en "fundamental" para el "salto" de empleo que se necesita. "Diga a sus comunidades que no la boicoteen", se oyó a Zapatero. "Lo suyo es propaganda", contestó el candidato 'popular'.

Eso sí, aprovechó para avisar de que "la mayor amenaza" a la política social es la política económica que se siga y "la inmigración desordenada". "Yo sí que me lo tomaré en serio porque se requiere orden y control", enfatizó.

En este punto, el líder del PP volvió a insistir en la inmigración acusando al Gobierno socialista de no haber hecho "absolutamente nada" en este tema, más allá de una regularización "masiva" que, según dijo, motivó que ministros del Interior de varios países europeos pusieran a España "de vuelta y media".

Además, resaltó que el Gobierno socialista "ha generado muchísimos problemas a los españoles" con este tema ya que "muchas personas" se ven perjudicadas por lo que considera el "descontrol" de la inmigración, pues si bien los que inmigrantes que llegan a España tienen derechos, también los tienen los españoles.

"No se puede tolerar que en España, en muchos ayuntamientos, haya españoles que pierdan derechos sociales porque vienen inmigrantes con menos renta --señaló Rajoy, citando palabras de Zapatero--. Y por eso ahora nos han llamado xenófobos". "Lo que no estoy de acuerdo es con hacer firmar un contrato de presunto delincuente", replicó el socialista.

Zapatero contestó que su política en materia de inmigración se ha basado en tres principios: Sólo pueden venir y quedarse en España los que puedan trabajar de acuerdo con la ley, debe haber contratación en origen, continuar con el control de fronteras y permitir que se pueda devolver a sus países a los que entran ilegalmente, para lo cual presumió de haber firmado una decena de convenios con países del Africa subsahariana.

INMIGRACIÓN: ZAPATERO DEFIENDE EL DIÁLOGO

Según explicó, para afrontar la inmigración se necesita el acuerdo y el diálogo, conceptos que en su opinión al PP "le dan alergia", como se vio, añadió, con el denominado 'decretazo' de 2002: "No hay política eficaz si no hay acuerdo con los agentes sociales y la que hemos hecho lo ha tenido", proclamó.

Y frente a los recelos de Rajoy, el líder socialista quiso dejar claro que "la mitad del crecimiento económico español es como consecuencia de la inmigración" y que "lo que cotizan los inmigrantes equivale a casi un millón de pensionistas españoles".

A partir de ahí, ambos volvieron a enzarzarse en un cruce dialéctico sobre procesos de regularización en el pasado. Según Zapatero, los socialistas han exigido contrato de trabajo, antecedentes penales y acuerdo con los agentes sociales, mientras que el PP no requería contrato ni certificado de penales, pues "bastaba una noche de hotel", el bono de autobús que ya citó hace una semana e incluso "la factura de la compra de una rueda de bicicleta". "Y ustedes regularizaban con una orden de expulsión --respondió Rajoy--. Su política de inmigración ha sido débil, sin firmeza".

En el resto de compases del duelo social, Zapatero se comprometió también a fomentar la igualdad de salarios entre hombres y mujeres mediante "planes empresa a empresa", ampliar el permiso de paternidad, crear 300.000 plazas de guardería y promover el diálogo social para reducir la contratación temporal por debajo del 10 por ciento.

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