MADRID 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
Tres días después del accidente aéreo que costó la vida a 153 personas, la situación empieza a calmarse después de que muchos familiares hayan empezado a hacerse cargo de los cuerpos de sus allegados.
La tranquilidad empieza a ser palpable también en el hotel Auditorium, donde se alojan muchos de los familiares. Así lo aseguró una de las psicólogas de Cruz Roja, Elena Liedo, que explicó que el ambiente en el recinto hotelero es "más tranquilo" porque los allegados de las víctimas "están más calmados pero también es por el cansancio".
"Ahora el momento más duro que les queda es la llamada para ir a certificar la presencia de la persona o personas allegadas que iban en el avión y luego vendrá todo lo demás, cuando asuman lo que ha pasado", manifestó la psicóloga.
En las inmediaciones del hotel se despliegan dos equipos de apoyo psicosocial de Cruz Roja, uno de Madrid y otro de Segovia, compuesta por una treintena de profesionales entre psicólogos, trabajadores sociales y socorristas de acompañamiento.
Su función, como detalló la psicóloga, pasa por "la contención pasiva de la situación que pueda desencadenarse y estar pendientes de las necesidades que puedan surgir".
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