El acusado de inducir a menores a la prostitución en Gran Canaria dice que él era el "único obligado"

Actualizado: lunes, 24 mayo 2010 18:23

Afirma que una niña le extorsionó con difundir un vídeo por Internet

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 24 May. (EUROPA PRESS) -

Un militar acusado de presuntamente inducir a niñas a la prostitución sadomasoquista en su vivienda en Arucas y en una oficina en Las Palmas de Gran Canaria afirmó hoy que él "estaba convencido de que eran mayores de edad", al tiempo que destacó que él era el "único obligado" a prostituirse porque supuestamente una de ellas le tenía amenazado con difundir un vídeo suyo por Internet.

"En realidad al que obligaron a prostituirse fue a mí", aseguró durante el juicio celebrado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas A.M.L., brigada del Ejército del Aire y de 54 años de edad, acusado de cinco presuntos delitos de inducción y favorecimiento de la prostitución, por los que la Fiscalía le pide 25 años de prisión, mientras que la defensa solicita su libre absolución.

Negó haber conocido a dos de las chicas --que tenían entre 13 y 15 años-- durante el año 2004, sino que, según él, se las presentaron en 2006 porque estaban interesadas en comprar una vivienda suya en Arucas. Así pues, éstas fueron a visitar la casa acompañadas por "dos chicos" --aunque posteriormente explicó que uno era en realidad una joven--. "Ellas eran dos chicas guapísimas con minifalda y botas con tacón", relató.

Si bien en un principio rechazó haber manteniendo una relación sadomasoquista con ninguno de ellos a cambio de dinero y "menos de este tipo", luego se derrumbó y detalló las relaciones que llevaron a cabo. Posteriormente, según su versión, estas personas le mostraron una cinta de vídeo y le extorsionaron exigiéndole 8.000 euros. Tras recibir esta amenaza se dirigió a una caja fuerte, donde cogió una pistola porque "las quería matar", pero no lo hizo.

"Hacía todo lo que ellas decían porque tenían un vídeo mío grabado. Me dijeron que lo colgarían en Internet y no lo denuncié", insistió A.M.L., que nunca antes había realizado estas declaraciones ante la policía ni en el juzgado. Acusó a una de las menores de ser "la dueña de todo" y de amenazarle con que le proporcionara 600 euros "todos los meses a cambio de no hacer público lo que pasó".

Igualmente, negó que en agosto de 2008 contactara con esta joven porque había montado un "negocio" en la capital grancanaria, en el que presuntamente ofrecía a clientes relaciones sexuales sadomasoquistas para las que contaba con varias chicas no identificadas y que se habían marchado, por lo que "tenía necesidad de nuevas chicas para continuar con el negocio". Arguyó que ella era quien le "decía que sacara fotos en Internet" y que le había facilitado números de teléfono de posibles clientes.

TESTIMONIO DE LAS VICTIMAS

Por su parte, las víctimas, que declararon en calidad de testigos visiblemente nerviosas y algunas de ellas tras un biombo, sostuvieron que el procesado era "el jefe" y sabía "perfectamente" que eran menores de edad, así como indicaron que participaron en las sesiones "de forma voluntaria", motivadas por "necesidades económicas".

De hecho, una de las chicas dijo que le pareció extraño que una prima suya tuviera "tanto dinero en muy poco tiempo", por lo que se interesó y accedió a practicar una sesión con el acusado, quien le pagó alrededor de 100 euros. "Él se lo estaba pasando bien, no estaba obligado", remarcó.

Otra de las chicas, que cuando ocurrieron los hechos tenía 14 años de edad, reconoció que "cuando necesitaba dinero le llamaba a él", que le pagaban entre 200 y 400 euros. "Él sabía mi edad porque yo se lo había dicho", apuntó, así como indicó que el procesado le mostró vídeos para enseñarle lo que tenía que hacer.

Por otro lado, la joven a la que A.M.L. acusa de amedrentarle señaló que tenía entre 15 y 16 años cuando le conoció y también accedió "por dinero". Rechazó haber grabado alguna sesión con él e hizo hincapié en que el procesado le telefoneaba con frecuencia para que le consiguiera otras chicas que tuvieran relaciones con él, sin que ella le presentase a nadie. "Yo nunca le he chantajeado ni le he dado teléfonos de hombres", sentenció.