ALICANTE 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
Efectivos de la Guardia Civil detuvieron a 15 personas de nacionalidad rumana que presuntamente cometieron 150 robos a personas que habían retirado dinero en entidades bancarias de Alicante, Murcia, Valencia y Albacete, según informaron hoy en un comunicado fuentes de la Comandancia alicantina.
Las detenciones se produjeron durante el curso de una operación denominada 'Fogón' que se desarrolló en la provincia de Alicante y estuvo dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja (Alicante).
En esta operación, que terminó con la detención de 15 personas, de las cuales 11 eran hombres y cuatro mujeres, la Guardia Civil practicó cinco registros domiciliarios, cuatro en Alicante y uno en Callosa de Segura (Alicante) en los que se intervinieron 25 vehículos robados, prendas de vestir utilizadas en los robos, teléfonos móviles, cámaras fotográficas y numerosa documentación para análisis.
Las investigaciones comenzaron en agosto de 2007, tras diversos robos a clientes cometidos en las inmediaciones de entidades bancarias utilizando unos métodos violentos e intimidatorios similares, tal y como explicaron fuentes de la Benemérita.
De esta forma, las primeras investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil permitieron localizar en la provincia de Alicante "a un grupo de personas que pudieran ser los presuntos autores de robos". A partir de este momento y con el fin de identificar a la totalidad de los integrantes de la organización, los agentes del Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil de Alicante, "sometieron a vigilancia a alguna de las personas presuntamente implicadas en los hechos".
Estos dispositivos de vigilancia "se vieron dificultados por la contra vigilancia que tenía establecida cada una de las personas objeto de estos seguimientos que permitían detectar y evitar los controles a que pudieran ser sometidos por los Cuerpos de Seguridad del Estado", según indicaron las mismas fuentes.
MODUS OPERANDI.
Por otra parte, según la Guardia Civil, los integrantes del grupo "se distribuían en células de tres ó cuatro personas y una de ellas, accedía al interior de la entidad para observar principalmente a las mujeres que hacían importantes reintegros de dinero y el lugar donde lo guardaban".
Una vez hecho esto, "desde el interior de la entidad y a través de teléfono móvil" esta persona "contactaba con el resto de la célula que permanecía en el exterior, para facilitarles una descripción física del posible objetivo".
Ya en el exterior, la célula "propinaba un empujón seguido de un tirón al bolso, o bien esperaba a que la persona se subiese en su vehículo y lo depositase en el asiento del copiloto", momento que aprovechaba uno de los componentes de este grupo "para distraerla con cualquier excusa, mientras otro abría la puerta y se apropiaba de el dinero", confirmó la Guardia Civil.
Además, varias victimas "sufrieron lesiones durante los robos, llegando en una ocasión a sacar a una de ellas completamente por la ventanilla del copiloto de su vehículo, al haberse sujetado fuertemente a su bolso".
De este modo, mientras los autores materiales se daban a la fuga, "utilizando para ello vehículos de gran cilindrada que previamente habían sustraído", el que permanecía en la entidad bancaria o en sus proximidades, "les informaba de las posibles incidencias como el aviso a la policía, testigos presenciales que hubieran cogido la matrícula, o cualquier otro comentario de personas que hubieran presenciado el robo".
La Benemérita apuntó también que el grupo, al finalizar la jornada laboral de las entidades bancarias, "aprovechaba las tardes para cometer robos y hurtos a turistas recién llegados a los aeropuertos de El Altet (Alicante) y San Javier (Murcia), utilizando una idéntica forma de actuar".
SUSTRACCIÓN DE VEHÍCULOS.
Por otro lado, la Guardia Civil pudo determinar la implicación de los detenidos en el robo de vehículos mediante pequeños accidentes provocados.
Así, presuntamente, tras provocar un pequeño golpe en la parte trasera del un vehículo elegido, aprovechaban para sustraerlo cuando el conductor se apeaba para ver los daños sufridos. Igualmente, alquilaban vehículos de alta gama utilizando identidades falsas, para su comercialización posterior en Rumanía.