Detienen a un 'camello' que fiaba droga a sus clientes a cambio de sus documentos y vehículos

BARCELONA, 28 (EUROPA PRESS)

Los Mossos d'Esquadra han detenido en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) a un hombre que presuntamente fiaba droga a drogadictos a los que quitaba su documentación personal u objetos de valor como vehículos para garantizar el pago de los estupefacientes.

Los investigadores contactaron con otros clientes, que también habían perdido el control de su consumo debido a la facilidad con la que conseguían la droga, que siempre era fiada. Esto hacía que incrementaran rápidamente la dosis, lo que propiciaba que las deudas también aumentaran rápidamente en poco tiempo.

Luis V.C., de 40 años, nacionalidad española y vecino de la localidad, hacía firmar a sus compradores un documento manuscrito en el que aseguraban que él sólo les había prestado el dinero para comprar la droga a una tercera persona, inventada.

Para hacer efectivos los pagos, intimidaba a los drogadictos, amenazándoles con hacer pública su adicción, y a sus familiares.

La investigación, denominada 'El prestamista', se inició a principios de año tras la denuncia de una mujer que aseguraba que su hijo debía a este individuo 12.000 euros por la compra de cocaína. Los investigadores contactaron entonces con otros clientes.

Luis V.C. se apropiaba de su documentación personal, vehículos y objetos de valor como GPS, teléfonos móviles, cámaras fotográficas, ordenadores portátiles y joyas.

El sospechoso había instalado en el bloque de pisos donde vivía, en el barrio Llatí, un sistema de videovigilancia con el que controlaba los accesos al inmueble.

El hombre fue sorprendido el jueves en la calle con 100 gramos de hachís. Entonces los agentes comprobaron que se trataba de la misma persona que estaban investigando. Al registrar su vivienda, se encontraron 75 gramos de cocaína, elementos para cortar, pesar y dosificar la cocaína, 10.000 euros en metálico, tres armas de fuego cortas simuladas, una credencial de policía falsa y tres cámaras de vigilancia con dos monitores.

Como objetos para garantizar los cobros, tenía tres coches, dos motos de gran cilindrada y un ciclomotor, nueve GPS y otros aparatos electrónicos. Tras pasar a disposición judicial, ingresó en prisión por delitos de amenazas, coacciones, narcotráfico y receptación.