La joven agredida por su pareja en Begonte (Lugo) dice que no perdona y espera que pase "mucho tiempo en la cárcel"

Actualizado: lunes, 4 febrero 2008 17:15

El padre de su compañero sentimental le pidió que lo arreglaran "por la buenas" porque no era "para tanto"

LUGO, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

La joven de 21 años que el pasado 24 de enero fue agredida por su compañero sentimental en el domicilio que compartían en Begonte (Lugo), Dolores Díaz, aseguró hoy que "no hay perdón" ni "segunda oportunidad" para el que hasta hace unas semanas era su compañero sentimental, de 36 años, y que en la madrugada del 24 de enero la golpeó con un bate de béisbol y la acuchilló en cuello y espalda causándole heridas graves.

En declaraciones a Europa Press Televisión, Dolores Díaz animó a todas las mujeres víctimas de malos tratos a denunciar su situación. "Hay que denunciarlo, porque la primera vez se lo perdonas, y la segunda, hasta que no lo cuentas", dijo la joven, que todavía permanece ingresada en el Hospital Xeral de Lugo recuperándose de la paliza recibida. "Ni el primer levantamiento de mano, ni nada", insistió.

"A mí me da una vez, pero no me vuelve a dar. Me costará, pero a mí no me vuelve a dar", afirmó, al tiempo que dejaba claro que para un maltratador "no hay perdón". "Espero que esté el mayor tiempo posible en la cárcel", pidió.

Dolores Díaz manifestó que, mientras se va recuperando de las heridas física, las anímicas "son más difíciles de cerrar". "Es algo que queda ahí para siempre y que no se olvida", aseveró.

EXPLICACIÓN.

Tras los hechos, la joven comentó que se ha preguntado una y otra vez el motivo de la agresión pero que no ha encontrado una respuesta. "Buscas una explicación, y no la encuentras; por mucho que lo intentes no la encuentras", indicó.

Sobre la madrugada del día 24 de enero, la chica reconoció no puede borrar de su mente "el cambio de cara" de su pareja, "como si se volviera loco, como si tuviera una furia por dentro", describió sin acabar de comprender lo que sucedió aquel día en el que su compañero después de despedirse de ella para ir a trabajar regresó y comenzó a golpearla con un bate de béisbol para después atacarla con un cuchillo, produciéndoles heridas graves en la cabeza y cortes en cuello, costado y espalda.

Como un día más, el día de los hechos su compañero se despidió de ella, incluso llegó a escuchar cómo se cerraba la puerta. "De repente siento pum y, a partir de ahí, ya fue todo seguido", recordó.

Después de la agresión, el padre de su compañero, que vive en la casa contigua, se acercó a ella y le dijo que no era "para tanto" lo sucedido y que debían "arreglarlo por las buenas", mientras la joven esperaba la llegada de la ambulancia.