MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos personas de nacionalidad china acusados de secuestrar a un menor de 13 años en Pinto cuando pretendían cobrar un rescate de 300.000 euros que habían acordado con los padres del joven, según informó hoy la Jefatura Superior.
Los hechos tuvieron lugar el jueves 2 de octubre. A bordo de una furgoneta, dos individuos interceptaron a un menor, de 13 años y de nacionalidad china, en la localidad de Pinto. Ese mismo día, los secuestradores, Jie L., de 23 años, y Cheng Guo Z., de 24 años, se pusieron en contacto con los padres y solicitaron la cantidad de 300.000 euros como condición para liberarlo.
Los padres del menor denunciaron los hechos y agentes de las Brigadas de Extranjería del grupo V, especializados en la investigación de delitos cometidos por ciudadanos asiáticos, y del Grupo XII de la Brigada Judicial, Judicial, especializado en secuestros, activaron el Protocolo de Actuación, establecido por la Dirección General de la Policía para estos casos.
Los investigadores pusieron los hechos en conocimiento del Juzgado número tres de Parla. Tutelados por éste, obtuvieron autorización para el seguimiento de las comunicaciones entre secuestradores y víctimas y controlaron de cerca todos los pasos que los primeros ordenaban. Además, se estableció un dispositivo policial en el que participaron distintas unidades. El objetivo primordial, era ubicar el lugar donde el menor estaba retenido para lograr su puesta en libertad.
Transcurrieron 48 horas, en las que hubo numerosos contactos telefónicos y negociaciones. Finalmente, se pactó que fuera un tío del menor el que materializara la entrega del dinero, fijado ahora en 150.000 euros. Los secuestradores citaron a este familiar en la plaza de Atocha.
Le facilitaron entonces indicaciones con nuevos destinos y, tras una hora al volante, fue emplazado en el mercado de la plaza de España. Estacionado allí, dos individuos accedieron al interior de su vehículo e indicaron al conductor que reiniciara la marcha. El destino final fue el Paseo de Extremadura, donde el menor esperaba custodiado.
Los agentes, perfectamente camuflados, no fueron detectados por los secuestradores, y cuando llegaron al lugar liberaron al joven tras garantizar su integridad física. A continuación, detuvieron a los dos secuestrados allí presentes, ambos con antecedentes por delitos contra la propiedad intelectual y Ley de Extranjería.
Las investigaciones continúan abiertas pues, de acuerdo con las informaciones obtenidas hasta el momento, resta por detener a dos compatriotas, los que se encargaron de las primeras vigilancias para conocer los movimientos y horarios del menor, y de su custodia en los primeros momentos, al parecer, en una pensión del centro de Madrid.
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