Vecinos del capellán de Topas (Salamanca) detenido con un kilo de hachís aseguran que "se lo metieron en el bolso"

Actualizado: miércoles, 2 julio 2008 20:25

El sacerdote fue detenido a la entrada de la prisión donde se le incautaron 400 gramos, además de otros 600 en su domicilio

FORFOLEDA (SALAMANCA), 2 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los vecinos del capellán del Centro Penitenciario de Topas (Salamanca) detenido ayer por supuesto tráfico de drogas, y al que se le incautó un kilo de hachís, aseguraron que "a lo mejor se lo metieron en el bolso" porque es imposible que él haya hecho algo así dado que le consideran "buenísimo".

De este modo, los feligreses de las parroquias donde ejercía Celedonio Lucas su labor eclesiástica, Forfoleda, Palencia de Negrilla y Negrilla de Palencia, mostraron su sorpresa y asombro ante una noticia a la que aseguran no dar crédito. "Me ha extrañado mucho y esto le ha pasado de puro bueno que es, porque nadie puede decir que era malo", explicó Feliciano Iglesias, vecino de Forfoleda.

En este sentido, enfatizó que el sacerdote era "muy bueno, muy bueno, muy bueno" y que no era malo ni interesado "ni para él mismo ni para nadie". Así, argumentó ésta teoría afirmando que cuando la gente acudía a pagar una misa "le daba igual que se le pagara o no".

En la misma línea se pronunció otra vecina de Negrilla de Palencia, Isabel Marcos quién resaltó que se había "quedado helada" al conocer la noticia.

Por su parte, el carnicero de Forfoleda, Alejandro Santos señaló que se sorprendió "infinito" al escuchar la detención de 'Cele' y añadió que el cura "traía mucho movimiento". En esta línea, Santos hizo especial hincapié en que acudía al pueblo con gente "que no eran normales".

En este sentido, Feliciano precisó que el sacerdote llevaba a su casa de Forfoleda a los presos que gozaban de permisos penitenciarios durante los fines de semana debido a su carácter amable y voluntarioso. "La noticia ha caído como un jarro de agua fría", lamentó.

Por otro lado, el representante del sindicato Acaip en Salamanca, Valentín Ortiz, relató que llamaba la atención a los funcionarios de prisiones que Celedonio atendiera tanto a aquellos presos de confesión católica como a los que no lo son. "Cuanto menos es llamativo que estuviera con musulmanes", destacó Ortiz.

Asimismo, el delegado sindical incidió en que el capellán que llevaba siete años ejerciendo labores de párroco en la prisión era una persona de "carácter afable" y de buena consideración con los internos que "demandaban sus servicios".

FIRME CONDENA.

Por su parte, el Obispado de Salamanca condenó "sin paliativos" el tráfico de droga a través de una nota de prensa y subrayó su "sumo interés" en que la verdad esclarezca el caso. Además, la diócesis salmantina aludió al principio de "presunción de inocencia" hasta que se dicte una resolución judicial que establezca la "imputabilidad" del acusado y pidió respeto para el sacerdote.

Finalmente, el magistrado de instrucción encargado del caso decretó el secreto de sumario y el detenido pasó la noche en los calabozos de la Comandancia salmantina, desde donde fue trasladado al Juzgado de Instrucción número 4, donde prestó declaración por un presunto delito de tráfico de drogas.