MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
Viajar con niños puede ser una experiencia maravillosa y enriquecedora, especialmente en Europa, donde la diversidad cultural, histórica y geográfica ofrece innumerables opciones para todas las edades. Planificar un viaje familiar requiere considerar varios aspectos para garantizar que tanto los adultos como los pequeños disfruten al máximo.
Un elemento fundamental para el éxito es elegir destinos que sean amigables para los niños. Ciudades como Bruselas, Viena, Milán, Roma o Barcelona y Roma ofrecen una amplia gama de actividades diseñadas específicamente para familias, El Grupo Numa propone varios destinos europeos aptos para todos los gustos.
Bruselas es una ciudad estupenda para ir en familia. Su estatua más famosa, es el Manneken Pis, su famoso 'niño que hace pis', pero también están el Janneke Pis, la menos conocida 'niña que hace pis', e incluso el Zinneke Pis, el 'perro que hace pis'.
Bruselas es también la ciudad europea del cómic, y de esta tierra salieron personajes como Tintín, Los Pitufos o Lucky Luke, así que las familias pueden encontrar en esta ciudad el lugar perfecto para realizar una ruta y descubrir los murales de cómics que se exponen a lo largo de toda la ciudad.
En la actualidad existen en Bruselas más de 50 muros pintados a lo largo de toda la ciudad. Además, cada uno de esos frescos recoge una historia y una anécdota de la calle o del barrio donde se encuentra. Así que el resultado es una ilustración de la historia de Bruselas de manera diferente y muy divertida.
Viena suena a música, ópera y valses, a edificios monumentales y pomposas fiestas de época. La ciudad cuenta con una excelente red de tranvías que facilita mucho los desplazamientos, sobre todo si se viaja con niños.
Merece la pena visitar el Museo de Historia Natural, sobre todo si hay pequeños amantes de los dinosaurios en el grupo, y también es muy recomendable la visita a la Casa de la Música, muy interactiva.
El Museo Infantil del Palacio de Schönbrunn es también un lugar estupendo para visitar, donde los niños pueden aprender jugando y tocando. El alojamiento se puede realizar en el hotel Numa Wood en Mariahilfer Gürtel, a apenas cinco minutos a pie de la estación de tren de Westbahnhof.
Otra de las mejores ciudades europeas para viajar en familia es Milán, la capital de Lombardía, un destino ideal para pasarlo disfrutar en familia. Las recomendaciones de Numa son visitar el Acquario Civico di Milano, uno de los acuarios más importantes de Europa, que fue inaugurado en 1906 con motivo de la Exposición Universal de Milán, y el Museo de Historia Natural, donde se puede contemplar una enorme colección de animales prehistóricos.
El museo alberga importantes colecciones de mineralogía, paleontología, botánica y zoología. Sus piezas expuestas ascienden a casi tres millones. Y si los menores son aficionados al fútbol, sería perfecto poder ver un partido en el legendario estadio de San Siro.
ROMA: UN MUSEO AL AIRE LIBRE.
Roma es un auténtico museo al aire libre. Allí las familias podrán desde visitar el Coliseo, donde los gladiadores luchaban por sobrevivir, pedir un deseo en la Fontana de Trevi lanzando una moneda al revés
Los niños también podrán disfrutar en la capital de Italia de algunos de sus platos favoritos como la pasta o la pizza, así como disfrutar de un delicioso helado italiano que son considerados de los mejores del mundo.
En España, Barcelona también es un gran destino. Las familias que lo deseen pueden dar un paseo a bordo de las Golondrinas, embarcaciones tradicionales que recorren parte del puerto, o pasar un día entero en el Parque de Atracciones del Tibidabo, uno de los más antiguos de Europa.
Otro lugar ideal para relajarse es el Parque de la Ciutadella, donde está situado el Zoo de Barcelona. Tiene una de las colecciones de animales más importantes de Europa, y es conocido por haber sido el hogar del gorila albino Copito de Nieve. Barcelona ofrece como alojamientos posibles el Numa Colmena, en el barrio de Sarriá y Numa Boquería, en Las Ramblas, ideales para alojarse en familia.
Y, por último, Berlín. La ciudad alemana es especialmente famosa por sus parques infantiles, repartidos por toda la ciudad, originales, creativos y de inspiración diversa: Robin Hood, dragones, piratas, árboles con agua y areneros.
Además, hay espacios alternativos y educativos como el Laberinto Kindermuseum, lleno de espectáculos, cuentacuentos y exposiciones o el Museo de Historia Natural donde los aficionados a la paleontología tienen una parada obligada para conocer el esqueleto más grande del dinosaurio del mundo, un Brachiosaurus de más de 13 metros de altura.
