BARCELONA, 16 (EUROPA PRESS TELEVISIÓN)
Los vecinos del barrio barcelonés de Sarrià soportan diariamente unos niveles de contaminación acústica que supera los límites legales establecidos en esta parte de la ciudad, ya que se registra un ruido de 74 dbA entre las siete de la mañana y las once de la noche, cuando el límite legal se sitúa en tan sólo 65 dbA en horario diurno.
Según publicó recientemente en un estudio el Colegio de Ingenieros Técnicos de Telecomunicación (COITT), el cruce de la Vía Augusta con la ronda General Mitre de Barcelona es uno de los puntos negros de la ciudad donde los viandantes y residentes sufren los mayores registros de ruido.
"La culpa es de la pasividad de la gente", comentó Carlos García a Europa Press Televisión, un hombre de negocios que habitualmente pasa por esa zona para ir a trabajar. En su opinión las causas de que el problema persista se deben "al desconocimiento o la pereza", por eso, añadió, "nadie lo denuncia".
La mayoría de las personas que viven o trabajan cerca de esta zona se mostraron desconcertadas ante la existencia de una legislación sobre la materia, y muchos aseguraron no confiar en las soluciones que pueda plantear la administración. Por eso, Alejandro Miranda, vecino del barrio, afirmó que "el dinero se invierte en cosas más importantes y no queda otro remedio que aguantarse".
Todos coincidieron en el sentimiento de "horror" frente al ruido de los coches, las motos y las ambulancias, incluso Alejandro reconoció que a veces piensa en vivir fuera de la ciudad porque "seguro que estaría mejor". Y aunque hay quien aseguró estar acostumbrado, la verdad es que muchos opinaron que los fines de semana "es necesario escapar de la ciudad para quitar el estrés", explicó José Luis Salvador.
Por su parte, Eva comentó la "enorme dificultad y molestia" que le produce intentar llevar una conversación en esta zona del barrio, porque "no nos entendemos y debemos acabar gritando para oírnos", una situación que se repite "cada día".