Montilla advierte a Zapatero de que no "subordinará" la política catalana "a la lógica de la política española"

Actualizado: jueves, 14 febrero 2008 13:37


MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, advirtió hoy, sin citarlo, al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, de que no "subordinará" la política catalana "a la lógica de la política española", un mensaje cuyo telón de fondo es el posible interés de CiU por vincular los apoyos políticos al Gobierno Gobierno central con el Gobierno en Cataluña.

José Montilla protagonizó hoy un desayuno informativo de Europa Press, que contó con la asistencia entre otras personalidades de dos ministros, la responsable de Administraciones Públicas, Elena Salgado, y el de Industria, Joan Clos. El acto cuenta con el patrocinio de Banif, Sun Microsystems, Telefónica y Thomson-Aranzadi.

En su exposición, el dirigente catalán desplegó un decálogo de exigencias a quien gane las próximas elecciones generales, objetivos, dijo, que se deben atender como parte "del pacto político entre Cataluña y España que representa el Estatuto" y resolverse mediante la negociación bilateral. El cumplimiento de esas "aspiraciones", según Montilla, será "mucho más fácil" con el PSOE en La Moncloa que con el PP.

El presidente de la Generalitat se mostró exigente con el cumplimiento del nuevo Estatut y advirtió de que una actitud "recelosa, condescendiente y dilatoria" con su desarrollo puede convertirse en "un grave problema para la estabilidad política y el progreso armónico de los pueblos de España".

Y, abundando en esta idea, añadió que si además esa actitud "fuera hostil", se cometería "un grave atentado a la Constitución y a nuestra democracia". Así, recalcó que las aspiraciones de Cataluña "no pueden ser ignoradas por ningún Gobierno de España, sea cual sea su color político".

RELACIÓN DE EQUILIBRIO CATALUÑA-ESPAÑA

Tras plantear ese decálogo de reclamaciones, Montilla afirmó que quiere ser a la vez "mesurado" y encontrar "el punto justo entre la exigencia y al responsabilidad, entre la bilateralidad lógica y la multilateralidad en aquello que sea conveniente". Defendió así que la realidad catalana es "un hecho de primer orden en el panorama político español" que tiene que ser atendido, pero que al mismo tiempo debe haber una aportación catalana a la política española que sea "más constructiva y eficaz".

"Tenemos la obligación de buscar el punto óptimo de la relación entre las instituciones de gobierno de Cataluña y de España, que no tiene por qué ser un juego de suma cero. Más aún, tenemos la obligación de hacer que sea una relación de y en beneficio mutuo", subrayó.

José Montilla quiso insistir en que Cataluña no pretende "imponer unilateralmente una relación privilegiada" con el Estado, sino que quiere "simplemente" que se cumpla lo aprobado, el Estatuto de Autonomía, una ley "pactada" entre el Parlamento catalán y las Cortes.

DIEZ EXIGENCIAS AL NUEVO GOBIERNO

El decálogo desplegado hoy por el presidente catalán para cumplir el Estatut arranca con la exigencia de un nuevo sistema de financiación para Cataluña, que conceda a la Comunidad instrumentos fiscales para atender las competencias cuyo gasto más crece: sanidad y educación. Argumentó al respecto que, desde 1999, las tarjetas sanitarias han crecido un 20,8 por ciento y los alumnos serán 140.000 mal el próximo curso.

"No es lógico que mientras el Estado genera superávit presupuestario, gracias a la buena gestión y a tener los principales e imprescindibles instrumentos fiscales, las autonomías veamos cómo caen los ingresos de algunos de nuestros impuestos", censuró.

En segundo lugar, Montilla situó la creación del Consorcio entre la Agencia Tributaria Estatal y la Catalana, y en tercer puesto, la "agilización" del traspaso de competencias. A continuación, reclamó una "aplicación rigurosa" de la Disposición del Estatut que fija la inversión estatal en infraestructuras catalanas, "un esfuerzo que no puedo aceptar de ningún modo que sea considerado un privilegio, porque se trata de un acto de justicia".

La quinta reclamación de la Generalitat al futuro Gobierno es el traspaso del servicio ferroviario de Cercanías y la ejecución del plan de inversiones previsto. A partir de marzo, Montilla propuso que se retome la negociación con Fomento de "un nuevo plan de Cercanías", para crear "un potente sistema ferroviario catalán" que se gestione desde Cataluña.

José Montilla situó a continuación la necesidad de crear un nuevo modelo de gestión de aeropuertos que permita la participación "determinante" de las administraciones catalanas en El Prat.

UN CANAL DE LENGUAS AUTONÓMICAS EN RTVE

Las tres siguientes medidas que incluye el decálogo de exigencias de la Generalitat son la participación efectiva de las CCAA en la definición de políticas sectoriales del país, la reforma del Senado y la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que debe consolidar el TSJ catalán como "máximo órgano jurisdiccional de todos los procesos iniciados en Cataluña".

La décima reclamación es que el Estado defienda y promociones las lenguas cooficiales, que deben poderse usar ante la Administración. Entre las ideas que apuntó José Montilla, la creación de "un canal de las lenguas en España" en la oferta digital de RTVE, o la institución de cátedras universitarias de catalán, gallego y euskera. "No tiene sentido que haya más cátedras de catalán en las universidades alemanas o británicas que en las españolas", apuntó.

EL ESTATUTO, CONSTITUCIONAL

En el coloquio posterior a la exposición de apertura, José Montilla fue preguntado por el futuro del Estatut en el Tribunal Constitucional. Se mostró confiado en que las sentencias avalarán el contenido de la ley, porque está "convencido de la constitucionalidad del Estatut", tanto de cómo se hizo como de su letra. "No trabajo con ese supuesto de que el Estatuto es inconstitucional", confesó.