La sede de Suances de los Cursos de Verano de la UC debate sobre la biorrefinería y la utilización de biomasa frente al petróleo
SUANCES, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
El doctor en Bioquímica y tecnólogo del Centro de Tecnología de Repsol, Vicente Bernal, ha afirmado hoy que el reto actual del mercado de los biocombustibles está en conseguir productos de "gran" calidad y que su producción sea económicamente "factible", sobre todo, porque las fluctuaciones del mercado del petróleo son "muy altas".
Según el experto, el mercado del petróleo, principalmente, cuando existen periodos de crisis económicas o conflictos bélicos, "cambia mucho y de forma poco predecible", por lo que tener un proceso de producción de biocombustibles "con un margen económico suficientemente amplio" es lo que va a permitir que la viabilidad de este mercado de origen 'bio' no varíe.
Bernal participó esta mañana en el seminario 'Bio-refinería. Utilización de biomasa frente al petróleo' que, desde el lunes, acoge la sede de Suances de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria y que codirigen los profesores titulares de la UC, Gabriel Moncalián Montes y Alberto Coz Fernández, ha informado la institución académica en nota de prensa.
Este tecnólogo del Centro de Tecnología de Repsol destacó el trabajo de las empresas del sector, que están apostando por desarrollar nuevos procesos "mucho más eficientes y más competitivos" desde el punto de vista económico para conseguir este tipo de combustibles.
No obstante, recordó que el "principal" impulso a estas tecnologías está, principalmente, en los gobiernos que obligan a las empresas a consumir combustibles de origen biólogico, un papel que, a su juicio, no debe quedarse sólo en la legislación dado que es necesario, igualmente, que apoyen y den facilidades a las empresas para poder continuar con la labor de investigación.
Además, Bernal consideró que España está "al mismo nivel" que el resto de Europa en cuanto a la implantación de la utilización de biocombustibles, precisando que "ningún gobierno", - básicamente los que deberían liderar el proceso de uso, como Estados Unidos y los países europeos, - llega a cumplir los horizontes y objetivos que, a largo plazo, se establecen en las conferencias de medio ambiente a nivel mundial para minimizar los gases de efecto invernadero.
Por su parte, Moncalián Montes explicó que el curso ha servido para explicar las nuevas aplicaciones que se están haciendo desde el campo de la biotecnología para el aprovechamiento de la biomasa o de los recursos renovables e indicó que la idea principal es sustituir los principales componentes del petróleo, como los carburantes, los fósiles, como gasolina o diésel, o los plásticos, por compuestos renovables.
También señaló que, con estos procesos, se pueden conseguir productos "muy parecidos" a los que se consiguen de forma tradicional a través del petróleo pero con un procedimiento "renovable" y "sostenible".
Respecto a la aplicación de la biorrefinería, Moncalián Montes remarcó que ésta va a depender "mucho" del precio del petróleo y de la regulación internacional y, en este sentido, lamentó que hace diez años se fomentó "mucho" el uso de energías renovables porque el coste del petróleo era "muy alto".
Pero, ahora, debido al abaratamiento del precio del petróleo y a las técnicas de fracking, "no interesa tanto el uso de estos bioproductos desde el punto de vista económico, dado que desde el sostenible y medioambiental, va a interesar siempre".
Sobre este punto, Coz Fernández resaltó que el país en el mundo en el que mayor cantidad de biocombustibles se produce es Brasil y, "un poco menos, pero también", en Estados Unidos y en Europa y remarcó que, en la actualidad, se está investigando y "llegando" a casos reales, no solo en el ámbito de este tipo de combustibles, sino también en el de materiales, biopolímeros o medicina.
Puso como ejemplo la investigación que está llevando a cabo la Universidad de Cantabria, dentro de un proyecto europeo, sobre la conversión de residuos de industria de pastas de papel, papeleras o de pulpa para textiles, que continen "muchos" azúcares para obtener biopolímeros que, "en forma de sandwiches", ofrecen resistencia al fuego y se pueden utilizar como material plástico para estructuras de camiones o autobuses.
