Los recolectores de algas alertan de la pérdida de 400 empleos

Actualizado: jueves, 7 julio 2016 15:04

SANTANDER, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los recolectores de algas de Cantabria, colectivo integrado por unas 400 personas, han alertado sobre la pérdida de sus empleos por la progresiva desaparición de los campos de algas en el litoral de la región a consecuencia de las autorizaciones expedidas por la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación que permiten el arranque de gelidium por parte de buzos.

En un comunicado, la Asociación de Recolectores de la Zona Occidental, que agrupa a 200 personas, ha señalado que, de no revocarse esos permisos, no solo se provocaría "un daño irreversible" al ecosistema marino, sino que supondría la desaparición de la recogida de arribazón, una actividad tradicional que data de hace más de 40 años y emplea a "decenas de familias".

La asociación no descarta promover movilizaciones en el sector si la Consejería de Medio Rural "no paraliza el arranque forzado, persiste la destrucción del ecosistema y se condena a la desaparición al colectivo de recolectores".

Además considera que se debe realizar un estudio del estado de los campos y una cartografía actualizada, ya que hasta el momento los cupos de arranque autorizados se basan en una cartografía de 1991.

"La situación es crítica", ha alertado la agrupación y ha asegurado de que la recolección de arribazón se ha reducido "un 90%" en los últimos años y en algunas áreas concretas "la devastación del fondo marino es completa" y ni siquiera existe sustrato en roca, necesario para la regeneración de las algas.

Han afirmado que esa es la conclusión de las inmersiones contratadas por la asociación para evaluar el estado del fondo marino en aquellas zonas de la costa donde el Gobierno regional ha autorizado el arranque forzado del Gelidium, "un agente que se ha demostrado clave para la fauna marina costera al erigirse en refugio y núcleo de puesta e incubación de huevas".

"Donde no se han esquilmado los campos, se aprecia una pobre presencia de algas, con aspecto deteriorado y de tamaño muy reducido. A ello se suma que estas mismas zonas están siendo invadidas por nuevas especies del género Corallina, más pequeñas y duras, de naturaleza calcárea y color rosado. El empobrecimiento del lecho marino es evidente, porque apenas aportan biomasa", han señalado.

El colectivo ha lamentado que sus "protestas" ante la Dirección General de Pesca "han caído en saco roto". "A pesar de todos estos datos, la Consejería ha permitido un año más el arranque forzado de estas algas", ha denunciado, al tiempo que ha afirmado que aún se está a tiempo de "que no se consume del todo el desastre".

ACTIVIDAD TRADICIONAL

La recogida de algas marinas de arribazón en la costa cántabra se realiza tradicionalmente entre los meses de septiembre y febrero. Dichas algas son el fruto del oleaje de otoño e invierno, que las arranca del subsuelo de forma natural y las deposita en las playas y costas.

La recogida de algas mediante métodos tradicionales, no forzados, supone una ayuda económica muy importante para los vecinos de varios municipios costeros, especialmente en la mitad occidental.

Según las cifras que maneja la Asociación de Recolectores de la Zona Occidental, el sistema de recolección tradicional supone una inversión tres veces superior a la que realizan los buzos. Además, genera 200 puestos de trabajo frente a los 30 puestos creados por el sistema de arranque forzado. A estos se sumarían otros 150-200 empleos en la mitad oriental.