Le dan una nota media de 6,85, superior a la media nacional, y el 71% cree que el problema de las listas de espera sigue igual o peor
SANTANDER/MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
El 75% de los cántabros que usaron la sanidad pública en 2012 afirman que la atención fue buena o muy buena, y le dan una nota media de 6,85, según datos del Barómetro Sanitario 2012 elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) por encargo del Ministerio de Sanidad.
En ambos casos, el resultado de la encuesta en Cantabria en superior a la media nacional. Así, en el conjunto del país el 70,6 por ciento de los ciudadanos piensa que el Sistema Nacional de Salud (SNS) ha funcionado bien o bastante bien a lo largo de 2012, coincidiendo con la puesta en marcha de la reforma impulsada por la ministra del ramo, Ana Mato, y su grado de satisfacción se sitúa en 6,57 en una escala de puntuación del 1 al 10.
Esta calificación es similar a la de 2011, cuando se obtuvo la nota media más alta de los últimos años (6,59), mientras que la satisfacción desciende ligeramente, ya que en el año anterior el 73,3 por ciento aseguró estar satisfecho con el funcionamiento del sistema.
De los que han usado sus servicios más de 8 de cada 10 manifiestan que la atención clínica recibida en los distintos niveles asistenciales de la sanidad pública fue muy buena o buena (El 87,6% en las consultas de Atención Primaria, el 83,4% en las consultas de los médicos especialistas y el 86,7% en los hospitales).
En atención primaria, los cántabros muestran un grado de satisfacción de 7,69; en atención especializada, 7,04; en urgencias hospitalarias, 6,63; y en ingreso y asistencia en hospitales públicos, un 7,28.
El barómetro ha incluido más de 7.800 encuestas realizadas en tres oleadas entre febrero y octubre de 2012 -288 en Cantabria-, cuando ya habían entrado en vigor gran parte de las medidas incluidas en la reforma sanitaria impulsada por el Gobierno, como la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares, la desfinanciación de más de 400 fármacos o el nuevo sistema de copago farmacéutico.
Precisamente esta última medida, que ha contribuido a reducir el gasto público en medicamentos, no cuenta con el respaldo de parte de la ciudadanía, según muestra el estudio.
En Cantabria, el 76,4% de los encuestados no está de acuerdo en que se aumente la cantidad que actualmente abonan los pacientes por la compra de medicamentos con receta, algo no descartable ya que la ministra Ana Mato avanzó hace unos meses que se iban a revisar los tramos de renta y los porcentajes establecidos hace un año; y el 46,76% rechaza que los pensionistas paguen una cantidad del precio de sus recetas a partir de un determinado nivel de renta, como sucede ahora tras la última reforma. A nivel nacional este último porcentaje se eleva al 54,5%.
Por otro lado, el 79,87% de los cántabros encuestados (81,3% a nivel nacional) mostraron su desacuerdo con la posibilidad de que las visitas al médico de cabecera o a urgencias pudieran tener algún coste económico; y el 56,25% no está de acuerdo en que se aumenten los impuestos para destinarlos a la sanidad. Casi el 74% cree que para asegurar la calidad y el funcionamiento de los servicios sanitarios públicos los responsables políticos deben adoptar medidas reguladoras que impidan el abuso en su utilización.
LAS LISTAS DE ESPERA ESTÁN IGUAL O EMPEORAN
Por lo que se refiere a las listas de espera, el 46% cree que este problema no ha cambiado en 2012 y el 25% que la situación incluso ha empeorado (41,2% y 30% a nivel nacional, respectivamente. De hecho, el 39,2% de los cántabros encuestados considera que el Gobierno regional no está llevando acciones para mejorar esta situación (43,2% a nivel nacional).
La mayoría de los ciudadanos se manifiestan partidarios del uso del sistema sanitario público frente al privado, especialmente para las consultas de Atención Primaria (63,8% en Cantabria y 64,4% a nivel nacional), para un ingreso hospitalario (63,2% y 60,7%, respectivamente) y las urgencias (64,6% y 60,1%). En el caso de las consultas de atención especializada, el 42% de los encuestados cántabros se inclinan por un hospital público (frente al 51,1% a nivel nacional) y el mismo porcentaje por un privado.
