PIÉLAGOS, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de Piélagos, Verónica Samperio, y el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria, José María Mazón, han inaugurado este viernes la carretera que une las localidades de Puente Arce y Renedo, tras las obras de mejora llevadas a cabo en esta infraestructura, que han supuesto una inversión de 3,5 millones de euros.
Al acto también han asistido el primer teniente de alcalde, Fidel Cueto; miembros de la Corporación Municipal y el director general de Obras Públicas, José Luis Gochicoa.
Mazón, que ha indicado que esta actuación era una "asignatura pendiente" del Plan de Carreteras, ha mostrado su satisfacción por el resultado de las obras, al tiempo que ha destacado la construcción de nuevas aceras y paseos peatonales, que contribuyen a mejorar la seguridad vial de los peatones.
En este sentido, ha destacado que la nueva carretera tiene una anchura de 3,5 metros en cada carril, una medida que se incrementa en los tramos de curvas, con el sobreancho establecido en la norma de trazado vigente.
Por su parte, Samperio ha incidido en que la actuación realizada en esta carretera ha mejorado considerablemente la circulación, no sólo de los vehículos que la recorren a diario -más de 4.600, de media, en 2011- sino de las peatones que es habitual que transiten por la misma lo que, en ocasiones, suponía un peligro, sobre todo en la zona de Quijano a Renedo, que los vecinos suelen recorrer a pie por su cercanía.
"Estamos muy satisfechos porque es una carretera que ya tenía muchos años, donde el asfalto estaba bastante deteriorado y, ahora, esta arteria principal para la actividad diaria de nuestro municipio presenta una mejora total", ha subrayado la regidora municipal
DESCRIPCIÓN DE LAS OBRAS
Las obras realizadas en la carretera autonómica CA-233, Puente Arce-Renedo, han incluido el refuerzo del firme de la carretera y la renovación de aquellos elementos de drenaje que no funcionaban correctamente.
Además, se han rectificado distintas curvas a lo largo del trazado que presentaban unos parámetros inadecuados, dando lugar a una conducción incómoda e insegura, al tiempo que se han construido nuevas aceras en las zonas urbanas y paseos peatonales en el trazado interurbano.
En las zonas con carácter más interurbano en lugar de aceras se ha construido un paseo peatonal elevado, que cuenta con una nueva red de alumbrado, soterrada en todo su recorrido, con luminarias similares a las instaladas en las aceras, con la finalidad de mantener una misma tipología.
A lo largo del trazado de las nuevas zonas de acera, la carretera cruza tres cauces de agua mediante sendos puentes. Para hacer pasar la nueva acera sobre estos cauces se han dispuesto tres pasarelas peatonales.
El conjunto se ha rematado mediante la instalación de los habituales elementos de señalización, balizamiento y defensas, incluyendo una barrera metálica para la protección de motociclistas; junto con una serie de medidas correctoras del impacto ambiental, que incluyen la instalación de zonas verdes en los tramos de la carretera preexistente que quedaron en desuso tras las rectificaciones de curvas, junto con la plantación de distintas especies autóctonas, favoreciendo la integración ecológica y paisajística de estos tramos.
