Del 9N al 27S, Artur Mas enfila hacia "la consulta definitiva"

Actualizado: lunes, 3 agosto 2015 21:20

Convoca elecciones plebiscitarias tras no haber podido celebrar un referéndum

BARCELONA, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

El 14 de octubre de 2014, el día después de una cumbre que había hecho tambalear la consulta del 9 de noviembre, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, sorprendió planteando lo que se bautizó como el 'nuevo 9N', una votación que debía ser un paso previo hacia una "consulta definitiva" en forma de elecciones plebiscitarias.

Este lunes, casi diez meses después de aquella comparecencia, Mas ha firmado el decreto que oficializa la convocatoria de estas elecciones, y por el camino han quedado --además del proceso participativo del 9N-- un sinfín de debates sobre listas unitarias o listas separadas, programas en común, reuniones maratonianas y giros de guión.

El 25 de noviembre --después de que más de 2,3 millones de catalanes votarán el 9N y que más de 1,8 lo hicieran a favor de la independencia-- Mas remachó el plan que ya había esbozado, y planteó la creación de una lista unitaria de partidos y sociedad civil capaz de ganar las elecciones e iniciar un proceso para lograr la independencia en 18 meses.

La propuesta chocó de entrada con el rechazo del líder de ERC, Oriol Junqueras, que una semana después pronunció otra conferencia --que Mas interpretó como una "enmienda a la totalidad"-- en la que defendía que la mejor opción de cara a esas elecciones era que los independentistas concurrieran en listas separadas con un punto programático en común.

Por el camino, ANC y Òmnium presionaron también al presidente catalán para que convocase elecciones cuanto antes y que estas sirvieran como referéndum, llegando a organizar un acto en la plaza Catalunya de Barcelona para exigir comicios antes de tres meses, unas declaraciones que no sentaron nada bien en el seno del Govern.

EL PACTO DEL 14 DE ENERO

Las diferencias fueron en aumento hasta que el 14 de enero en una reunión en el Palau de la Generalitat, Mas, CiU, ERC y las entidades soberanistas se pusieron de acuerdo para que las elecciones fuesen el 27 de septiembre --no de forma inmediata como quería las entidades y los republicanos-- y que los partidos fueran por separado y no unidos como quería Mas.

Se abrían nueve meses por delante en los que desde la oposición se puso en cuestión en varias ocasiones la celebración de las elecciones y su carácter plebiscitario, e incluso el propio Mas amagó alguna vez con no convocarlas si veía que los partidos no las convertían en un plebiscito.

También en ese período, se celebraron las elecciones municipales en las que, pese a que el independentismo se hizo con la mayoría de los ayuntamientos, CiU, ERC y CUP no lograron ser la fuerza más votada en las ciudades más pobladas como Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat, Badalona, Terrassa, Sabadell, Lleida y Tarragona.

Tras las municipales el proceso aceleró, y el 'no' de UDC a defender la independencia en su programa desembocó la ruptura de CiU tras más de 30 años, un hecho que Mas aprovechó para asegurar que iba "en serio" en una conferencia el 20 de junio en la que reabrió por sorpresa el melón de la lista unitaria.

Escudado en el éxito que habían cosechado en las municipales las confluencias de izquierda, el presidente catalán llamó a las entidades a impulsar junto a él una candidatura independentista, una lista que se ofreció a no liderar y que debía reanimar a un soberanismo alicaído y poner el "turbo" al proceso.

La propuesta precipitó un debate en el que ERC llegó a plantear una lista sin políticos pero que acabó con una reunión en la Generalitat el 13 de julio en la que Mas, el líder de ERC, Oriol Junqueras, y las entidades soberanistas pactaron una lista unitaria liderada por independientes pero que haría a Mas presidente si gana el 27S.

De esta forma, nueve meses más tarde los partidos y entidades soberanistas llegaban a un acuerdo que se parecía bastante a la primera propuesta que lanzó Mas el 25 de noviembre, una lista unitaria con independientes que tendría como hoja de ruta proclamar la independencia en 18 meses.

CUENTA ATRÁS DE 54 DÍAS

La firma del decreto este lunes ha abierto la cuenta atrás para unas elecciones cuya campaña empezará el 11 de septiembre coincidiendo con la Diada de Catalunya, y que llegan tras una sacudida al tablero político que ha provocado que muchos partidos se presenten con fórmulas nuevas y que ningún cabeza de lista repita respecto al 2012.

Así, por primera vez CiU no se presentarán juntos después de que en junio se rompiera la federación, y mientras UDC concurrirá en solitario, CDC lo hará dentro de Junts pel sí, la lista unitaria independentista que también integra a ERC, personalidades independientes --el cabeza de lista es el ex de ICV Raül Romeva-- y políticos llegados de escisiones de UDC y PSC.

Otra novedad destacada es la irrupción de Catalunya sí que es pot, la confluencia de izquierdas que --siguiendo el ejemplo de BComú en Barcelona-- reúne a Podemos, ICV, EUiA y Equo en una candidatura que encabezará el activista vecinal Lluís Rabell y de la que se caen los colíderes de ICV Joan Herrera y Dolors Camats.

Más allá de Mas y Junqueras -que van de 4 y 5 en Junts pel sí aunque el primero tiene garantizado repetir como presidente si ganan--, el resto de candidaturas también han renovado a sus candidatos respecto a 2012, así que los principales contendientes en estos comicios serán cabeza de lista por primera vez.

Además de Romeva (Junts pel sí), optan a la Presidencia de la Generalitat: Ramon Espadaler (UDC) Miquel Iceta (PSC); Xavier García Albiol (PP); Lluís Rabell (Catalunya sí que es pot); Inés Arrimadas (C's) y Antonio Baños (CUP), que sustituyen respectivamente a Pere Navarro; Alícia Sánchez-Camacho; Joan Herrera; Albert Rivera y David Fernández.

CRONOLOGÍA DE LA SECESIÓN

En caso de victoria de Junts pel Sí, la cronología que proponen los soberanistas para declarar la independencia si tienen la mayoría es la siguiente: primero el Parlament recién constituido aprobará una "declaración solemne" en el que se proclama el inicio del proceso de secesión.

Después se abrirá un proceso de elaboración de una constitución catalana con dos fases: una primera de "participación ciudadana", y una segunda en la que se procederá a la proclamación de la independencia que supondrá "la desconexión respecto al ordenamiento jurídico español vigente".

Inmediatamente después de la proclamación, el Parlament aprobará una ley de transitoriedad jurídica que tiene que regular de manera provisional los elementos estructurales del nuevo Estado y garantizará "la aplicación del derecho autonómico catalán, el derecho español, del derecho de la UE y del derecho internacional".

La fase final del proceso serán las elecciones constituyentes en un período máximo de 18 meses desde el 27S, y "el proceso de creación del nuevo Estado independiente culminará con la aprobación de la Constitución por referéndum".

Leer más acerca de: