BARCELONA, 22 May. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat, Joaquim Nadal, aprobó este viernes inicialmente el Plan territorial metropolitano de Barcelona, aunque matizó que el trazado que aparece en la documentación "no es el definitivo" en el caso de las grandes obras pendientes, como la Ronda del Vallès --también conocida como Cuarto Cinturón o B-40-- o la línea orbital ferroviaria.
Añadió que también deberán seguir un "trámite específico" proyectos como el tercer túnel de Cercanías por Barcelona, por debajo de la Diagonal, y la nueva línea de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) Barcelona-Cerdanyola-Sabadell-Terrassa por el túnel de Horta.
El conseller destacó que el plan es el "paraguas general que define el modelo de crecimiento de Catalunya" y hace de "matriz genérica" para otros planes sectoriales --como comerciales, energéticos o de residuos-- o más locales, y que incluye "diversos grados de concreción".
Señaló que en el caso de proyectos con un trámite específico, como el Cuarto Cinturón o la línea orbital ferroviaria, "el trazado definitivo no queda predeterminado" en el documento.
De hecho, en el ejemplo del Cuarto Cinturón, con el estudio informativo del Ministerio de Fomento pendiente de salir a información pública para el tramo Granollers-Terrassa, el plan ni siquiera refleja la propuesta de la Generalitat, añadió.
El Govern presentará su propuesta --más al sur que la del Gobierno-- y alternativas en ese periodo, y Nadal confió en que Gobierno y Generalitat acabarán "ajustando el trazado" para que satisfaga a ambas partes.
El Plan territorial metropolitano de Barcelona saldrá a información pública la próxima semana durante cuatro meses --dos según el procedimiento ordinario y otros dos sólo para los ayuntamientos--. La aprobación inicial cuenta con el consenso de todos los entes locales excepto el Consell Comarcal del Penedès, que emitió un voto cautelar, explicó Nadal.
Afecta a 164 municipios de las comarcas del Barcelonès, Alt Penedès, Baix Llobregat, Garraf, Maresme, Vallès Occidental y Vallès Oriental, que acogen al 70% de la población de Catalunya y producen el 70% del PIB en 3.236 kilómetros cuadrados, el 10% del territorio catalán. Se estructura en tres sistemas de ordenación: espacios abiertos, asentamientos urbanos e infraestructuras de movilidad.
En el sistema de espacios abiertos se mejora el reconocimiento a la actividad agrícola, que cuenta con 23.000 hectáreas de especial protección para la viña. Otras 203.000 hectáreas son de interés natural y agrario, y 14.600 son espacios situados entre áreas urbanas y las de protección especial, en previsión de posibles desarrollos urbanos futuros. En total, 241.000 hectáreas cuentan con algún tipo de protección, frente a las 101.000 de hasta ahora.
En los asentamientos urbanos, el plan propone un desarrollo urbano que minimice la utilización extensiva de suelo, la dispersión, la especialización funcional y la segregación social. Distingue entre el área central de Barcelona y su entorno, la segunda corona y el resto de la región metropolitana.
En las infraestructuras, prioriza la red ferroviaria, así como las conexiones viarias que mejoren las comunicaciones en red --sin pasar por Barcelona-- y la capilaridad.
