MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El próximo 13 de marzo llega a los cines españoles 'Mis hijos', un relato sobre la identidad y el amor con el que su director, Eran Riklis, pretende "humanizar, sensibilizar y llamar la atención" acerca del conflicto palestino-israelí. "Las ideas tienen sus consecuencias en las personas", ha dicho.
Durante la visita que el cineasta ha realizado esta semana a Madrid, ha concedido una entrevista a Europa Press en la que ha lamentado que "demasiado a menudo el cine evita este tipo de temas", mientras que para él "es una cuestión de urgencia" abordarlos, a lo que se suma la manera "general" en que se abordan asuntos como el ataque a la redacción de la publicación 'Charlie Hebdo', tras lo cual "la gente cambia de canal en la televisión y comienza a ver 'Masterchef'".
Por ello, y en un intento por acabar con la "indiferencia", que a su juicio es "uno de los mayores problemas del mundo", toma como base dos obras del periodista palestino Sayed Kashua y anima al espectador a emprender un viaje ambientado en los años 80 junto a Eyad, protagonista de esta historia, un joven árabe que acepta la oportunidad de estudiar en un instituto judío, donde tendrá que enfrentarse a decisiones vitales.
Además, Riklis narra una historia de amor casi imposible entre Eyad y la estudiante judía Naomi, una unión que juega con la inocencia y la ingenuidad para reflejar un problema de convivencia que, según ha asegurado, "sigue ocurriendo hoy". "Para hablar de las cosas actuales tenemos que dirigirnos al pasado, de ahí sacamos las lecciones de lo que sigue ocurriendo", ha dicho.
A diferencia del filme 'Los limoneros' (2008), en el que la acción surge a partir de un problema más banal, Riklis toma un tema más profundo que, tal y como ha admitido, tiene elementos con los que se corre el "riesgo" de caer en lo "melodramático" y en el "cliché". Sin embargo, como en todo, "las cosas dependen de la manera en la que te acerques a las historias".
LAS CONSECUENCIAS DE SER HONESTO
El director de 'Mis hijos' buscaba en el protagonista a un personaje "complejo" pero al mismo tiempo "sencillo" que, además, es "muy inteligente". A ello se une su "pasividad", "curiosidad" y la "honestidad", el rasgo que más le gustó al cineasta. "Me interesó ver cómo la vida es difícil a veces para las personas honestas", ha explicado.
Al problema de la identidad que plantea la situación del protagonista se suma aquí la contradicción que sufre, puesto que siente "desconexión" con su núcleo familiar y su tradición árabe, y a la vez confrontación con el mundo judío, en el que siente distanciado de su "identidad y sus raíces".
Preguntado acerca de las obras en las que se basa esta cinta, una de las cuales es autobiográfica y de ella toma el título original, 'Dancing arabs', Riklis ha señalado que cuando se emprende un proyecto sobre algo real uno ha de "respetar" y también "sospechar".
"Tienes que respetar los orígenes de la historia pero también has de tener en cuenta que los personajes en la película van a tener una nueva vida y que la pantalla tiene su propia identidad", ha explicado.
Otro de los rasgos destacados de esta película es que el conflicto palestino-israelí se limita a aparecer en las conversaciones, en los reproches y en las diferencias culturales y sociales, algo intencionado, según ha indicado el director de la película, quien integra los bombardeos en el paisaje, como una constante omnipresente que rodea la vida de los ciudadanos.
