Ninja Turtles: ¿De dónde han salido estas tortugas?

Las Ninja Turtles (Las Tortugas Ninja)
Foto: PARAMOUNT
Actualizado: jueves, 9 octubre 2014 17:48

MADRID, 9 Oct. (@EPCine)

   Vuelven las Ninja Turtles. Leonardo, Raphael, Michelangelo y Donatello regresan a la gran pantalla este 17 de octubre y aunque es evidente que las Tortugas Ninja no necesitan presentación... ¿sabes realmente cuál es su origen?

   Y es que antes de las decenas de millones de muñecos vendidos, de los cientos de capítulos de las series de animación, de sus millonarias películas y de que se convirtieran en un icono mundial... las Ninja Turtles solo eran una travesura de Kevin Eastman y Peter Laird.

   Quédense con estos nombres, dos locos de los cómics salidos de la escena New Age que en el año 1984 invirtieron el poco dinero que tenían para fundar Mirage Studios. Un sello que se gestó, coincidencias de la vida, en una pizzería y que sería el hogar donde nacerían Las Tortugas Ninja.

   "Una noche estábamos en nuestro pequeño estudio viendo chorradas en la televisión... y sucedió. Kevin dibujó una tortuga de pie en sus patas traseras, con unos nunchakus y una máscara al estilo de una bandana. Me lo ensenó y me dijo 'Esto es una Tortuga Ninja'", recuerda emocionado Laird.

   Tras un par de retoques del boceto original decidieron que las tortugas serían cuatro y que no solo serían ninjas, sino que también serían mutantes y adolescentes. Ahora solo les quedaba inventar una historia para ellas, para lo que volvieron la vista a sus ídolos del cómic.

HOMENAJE Y PARODIA

   Concebidas a mitad de camino entre la parodia y el homenaje a sus autores y personajes más queridos, en el primer número de Ninja Turtles -un cómic en blanco y negro lanzado con una decidida vocación underground- encontramos elementos de Jack Kirby y también de Frank Miller, con varias referencias claras a algunas de sus grandes obras como Ronin o Daredevil.

   "Tardamos como dos meses y medio en completar todo el trabajo. Le pedimos prestado dinero al tío de Kevin y con los ahorros que teníamos nosotros, que no era mucho, logramos imprimir 3.000 copias". Así, en mayo de 1984 salió a la venta Eastman and Laird's Teenage Mutant Ninja Turtles (título completo original), el que pasaría a la historia como el primer cómic de las Tortugas Ninja. Y fue un auténtico boom.

    No era un cómic comercial, destinado al gran público, pero tenía algo diferente y poderoso (incluso su formato era más grande del habitual) que lo hacía muy atractivo. Y Ninja Turtles no solo fue un descubrimiento para el público más especializado, al que se ganó enseguida, sino para cualquier seguidor de las historietas en general.

    "El primer número de Ninja Turtles engloba todo lo que estaba pasando en ese momento en los cómics de superhéroes", afirma Richard Rosenbaum, especialista en el universo de las Tortugas Ninja y autor del libro Raise Some Shell: Teenage Mutant Ninja Turtles en el que analiza como los cuatro galápagos llegaron a dominar la cultura pop de finales de los ochenta y noventa.

     Su irrupción las convirtió de forma casi instantánea en iconos del cómic independiente, de un mundo que a la vez estaban parodiando y homenajeando. Algo que hacían "con respeto, amor y afecto, y esa es una de las razones por las que el cómic funcionó", destaca Rosenbaum.

      El éxito de Ninja Turtles obligó a sus autores a continuar... aunque nunca pensaron en crear una saga duradera. "La gente me preguntaba ¿por qué habéis matado al villano en el primer número? No tiene sentido. Y la razón no era otra que nunca pensamos que haríamos otro número", confiesa Peter Laird que asegura que crearon las Ninja Turtles "como diversión y por pasión a los cómics". "No planificamos nada más allá de hacer un cómic decente de 40 páginas", sentencia.

VENDIENDO MÁS QUE LOS VENGADORES

   En octubre de 1984 se lanzó el segundo número de la saga con una tirada inicial de 15.000 ejemplares. La fama de Leonardo, Dontatello, Raphael y Michelangelo corría como la pólvora y su nueva aventura tampoco tardó en desaparecer de las estanterías.

    Para el tercer y cuarto número, las Ninja Turtles ya vendían más que Los Vengadores en las tiendas, todo un hito para las historietas en blanco y negro que al abrigo de su éxito vivió un nuevo boom a mediados de los ochenta.

   A medida que el cómic se hizo más popular, Mirage Studios fue creciendo y de la mano de las tortugas se convirtieron "en un estudio de verdad" con más dibujantes y guionistas en plantilla.

   El octavo número fue "el despegue definitivo", apunta Eastman. Tuvo una tirada de 135.000 números, una cifra mareante para un cómic de corte independiente con tramas que no rehuían temas oscuros como la violencia o la muerte y, recordemos, en blanco y negro. "Fue un sueño hecho realidad, estábamos haciendo lo que queríamos, dibujando lo que queríamos y haciendo dinero con ello", recuerda Laird.

NINJA TURTLES, "LOS BEATLES DE LOS CÓMICS"

   Entonces fue cuando apareció en escena Surge Licensing, un conglomerado que tenía un objetivo claro: Convertir Ninja Turtles en una marca global. Fue a partir de entonces cuando esas cuatro tortugas, independientes, oscuras y surgidas de las alcantarillas, se transformaron un producto masivo, pensado también para los niños.

   Y el resto es historia más que conocida: una serie de dibujos animados que duró una década (desde 1987 hasta 1996) y contó con casi 200 capítulos, una línea de figuritas de acción de Playmate Toys que se vendieron como rosquillas, varios exitosos videojuegos, tres películas (que luego serían cuatro) y un grito de guerra universal (¡COWABUNGA!) convirtieron a los cuatro hermanos verdes en unos héroes transmedia.

   Les pusieron color -el cómic en blanco y negro todas llevaban la bandana roja-, les vistieron con algunos toques de humor irreverente, les atiborraron de Pizza... y Leonardo, Raphael, Donatello y Michelangelo pasaron de ser los abanderados comiqueros de la escena alternativa y underground a ser una máquina de hacer dinero.

   En un par de años se erigieron como los ídolos de varias generaciones y tuvieron decenas de imitadores desatando una auténtica fiebre por los cómics protagonizados por animales antropomorfos. "Son como los Beatles de los cómics", llegaron a decir de ellos.

VOLVIENDO A LOS ORÍGENES

   Ahora, ese espíritu independiente y algo oscuro que tenían en sus inicios vuelve a ser elemento fundamental en su reinicio cinematográfico, Ninja Turtles. Una cinta que dirige Jonathan Liebesman (Ira de Titanes, Invasión a la Tierra), produce Michael Bay y que mezcla la esencia underground e irreverente de los personajes con la última tecnología en efectos visuales.

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   En esta reinvención para la gran pantalla Leonardo, Michelangelo, Donatello y Raphael volverán a estar acompañados de April O'Neil, interpretada en esta ocasión por Megan Fox. Pete Ploszek (Leonardo), Noel Fisher (Miguel Ángel), Jeremy Howard (Donatelo), Alan Ritchson (Rafael) y Danny Woodburn (el maestro Splinter) son quienes ponen voz y movimientos a los personajes que han sido creados por ordenador con tecnología CGI.

   Ninja Turtles llegará a los cines españoles el 17 de octubre.