MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La actriz Saoirse Ronan (nominada a mejor actriz de los Óscars 2018 por 'Lady Bird') protagoniza, junto a Billy Howle, el filme 'En la playa de Chesil', que lleva a la gran pantalla la novela homónima de Ian McEwan y relata un amor "trágico" y "frustrante" de dos jóvenes británicos atrapados en la época de los 60.
"Quería hablar de la idea de que no sólo hay una manera de llevar una relación íntima con otra persona", ha precisado el director, Dominic Cooke, en una entrevista concedida a Europa Press con motivo del estreno de la cinta en España el próximo 29 de junio.
El director señala que en cuanto leyó el guión -adaptado por el propio escritor tres años después de la publicación de la novela en 2007- cayó rendido debido a la "calidad de la escritura" y a que le conmovió "tanto el drama de los personajes" como la manera "tan creíble" en la que se narraba una situación "tan compleja".
'En la playa de Chesil' está ambientada en Inglaterra en 1962, donde Florence y Edward, que tienen poco más de 20 años, se casan y deciden pasar su primera noche de bodas en un hotel junto a la famosa playa de Chesil. Ella es de clase media alta y el de clase baja, y ambos, inocentes y vírgenes se enamoran en un momento en el que aún no había llegado la revolución estudiantil de los 70. Sin embargo, en su noche de bodas sucede algo que cambiará sus vidas para siempre.
Cooke, que debuta en el cine con esta película tras toda una carrera dedicada a la dirección de teatro, ha señalado que esta historia establece una correlación con la realidad actual ya que también habla de que "la esencia de cada persona depende en parte de lo que ocurre a su alrededor".
"En el 62 en Gran Bretaña la presión sobre los jóvenes para comportarse de cierta forma en sus relaciones íntimas venían de sus padres y abuelos. Ahora vienen de Internet, de las imágenes que pueden verse ahí y de tener que enfrentarnos a la pornografía", ha expresado para señalar que, a su juicio, "todas esas cosas crean presiones que, aunque son diferentes, afectan a las relaciones interpersonales de los jóvenes de hoy en día".
En este contexto, ha explicado que en un momento dado la protagonista habla de "relaciones alternativas" y se convierte en un tema tabú que, cinco años después, habría tenido sentido. Por ello, recalca la idea de que "muchas veces es el contexto y la sociedad lo que marca las historias de dos personas".
Otro de los temas en los que ahonda tanto la novela como la cinta es "cómo cambian la situación cada persona en función de las decisiones que tome a lo largo de su vida". "Dentro de todo el drama, ella sabe que hizo todo lo que pudo y por ello acaba encontrando una manera de seguir adelante, es más flexible, y no tiene que convivir con la culpa con la que cargará él", ha explicado.
Asimismo, el relato incide en la "capacidad redentora del arte" y en cómo tener un don para ello le ofrece, al poder expresarse, una salida y una manera "de seguir con su vida y con felicidad".
Toda esta "carga emocional" se ve reflejada en una Saoirse Ronan que, según ha matizado Cooke, se "inmiscuyó demasiado en los sentimientos de la protagonista de la novela". "En un momento dado, mientras rodábamos, tuve que decirle que dejara de leer la novela. Un actor tiene que forjar su propia relación con el personaje sin obsesionarse", ha señalado.
En cuanto al trabajo visual, el director ha precisado que "le gusta el detalle" y reflejar las historias de cada uno a través de "sus hogares". En su opinión, "siempre hay una historia psicológica en cada habitación" y, por ello, "quiso que lo interior y lo exterior se fusionara".
"Establecimos otro paralelismo con el mundo natural, diferenciando lo hecho por el hombre de los interiores. Queríamos que la naturaleza tuviera el aire de libertad y los interiores fuesen duros, pesados y opresivos", ha concluido.
