Historias metálicas: Propaganda política en medallas

Medalla de la corona del Arch.Carlos con la 'Liberación del asedio de Barcelona'
EUROPA PRESS

BARCELONA, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) recrea la propaganda política europea desde el siglo XVI hasta el XIX a través de 200 medallas conmemorativas de su colección en la exposición 'Historias metálicas. Arte y poder en la medalla europea', que podrá verse a partir de este viernes y hasta octubre de 2015.

A partir de los fondos del Gabinete Numismático del MNAC, la exposición cuenta con una mayoría de piezas expuestas por primera vez, ya que hace unos quince años que el museo no organizaba una exposición sobre medallas --desde una retrospectiva sobre piezas modernistas en torno al año 2001--.

El comisario, Albert Estrada-Rius, ha explicado este miércoles en rueda de prensa que la muestra evoca la intensa y brillante actividad medallística que se desarrolló en Europa en esa época mediante la construcción de una determinada versión de la historia tutelada por el poder y destinada a perpetuar los principales acontecimientos de la monarquía emisora.

Las medallas permitían a los gobernantes transmitir la gloria de sus reinados con un punto de manipulación a sus coetáneos y a la posteridad: "Vieron que de la historia clásica sólo conservan fragmentos, y que lo que les había llegado eran las monedas, por lo que tenían la garantía testada de que si apostaban por esta comunicación, llegarían lejos".

El éxito de esta fórmula fomentó la rivalidad entre los monarcas y la aparición de verdaderas guerras metálicas en las que cada uno explicaba su versión, como las tensiones entre Luís XIV y el Archiduque Carlos en torno a la conquista de Barcelona en la Guerra de Sucesión --además, en este punto la muestra se relaciona con la celebración del Tricentenari--.

INSPIRACIÓN CLÁSICA

La exposición pone de relieve cómo estos objetos eran usados como elementos de propaganda contemporánea, haciéndolo a partir de un modelo que sabían que también funcionaba a nivel estético, de nuevo el de la Antigüedad: "Es un producto de diplomacia cultural", ha señalado el comisario, ya que la población a la que está dirigida ---eruditos y clase política-- estaban educados en la cultura clásica y conocían el latín.

Según Estrada-Rius, la medalla nació en el siglo XVI como "inspiración y homenaje a la Antigüedad porque los gobernantes ven que puede ser útil en sus proyectos de prestigio", y dotan a sus creaciones de las mismas alegorías y métodos, como retratos, además de recreaciones paisajísticas para explicar batallas de forma didáctica.

La pasión posterior por el coleccionismo acabó propiciando que editores particulares emprendieran series de medallas de diferentes temas y personajes históricos para atender una demanda creciente, de forma que el mensaje que llevaban aún se extendía más allá.

Por otro lado, la ubicación periférica de Barcelona fuera del circuito de las cortes europeas, ha facilitado una reflexión "más allá de una u otra monarquía", y ha permitido ofrecer al público una visión de conjunto a partir de las propias colecciones del museo, ha dicho.

Estrada ha llamado al público general a perder el miedo y a ver las medallas conmemorativas de forma desenfadada, reconociendo algunos episodios de la historia, como la Batalla de Lepanto y descubriendo otros de los que no se sabe nada, "pero no pasa nada".

Según el director del MNAC, Pepe Serra, es un reto que las medallas resulten atractivas al público general, de modo que el museo está repensando la visibilización de una colección tan importante de decenas de miles de monedas: "Tenemos una permanente a la que le está llegando la hora de ser repensada".

Con un coste global de 49.000 euros, la exposición está en gran parte financiada por L'Antiga Fàbrica de Medalles Ausió, que ha aportado sin ninguna contrapartida dinero en metálico para el proyecto, ha remarcado.